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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Era otro PSOE...

En otros tiempos no demasiado lejanos, la visita de un consejero del Gobierno regional del PSOE a Gijón suponía un despliegue monumental de músculo del partido que durante más de tres décadas dirigió los destinos de esta ciudad. Si había que arropar en un acto público al "ministrín", hasta allí se desplazaba la guardia de corps socialista, prietas las filas, todos a una, como un solo hombre. Bastaba una llamada a la Casa del Pueblo para movilizar efectivos, máxime si la comparecencia del titular de una cartera regional ocurría en un espacio donde pudiera encontrar rechazo o contestación.

Al parecer, con el nuevo PSOE de Barbón ya no ocurre así, no se sabe si por desprecio o por desidia, o por ambas taras a la vez. Un consejero del Ejecutivo autonómico -seguramente el que más ejecuta de todos, en el sentido de que su departamento no deja de generar titulares, muchos de ellos positivos- participó ayer en un debate sobre la calidad del aire en Gijón, con la alcaldesa de la ciudad y el portavoz podemista local en asuntos ambientales. Y estaba más solo que la una. Ni un solo representante del grupo municipal, que consta de siete ediles, y sólo uno de la comisión ejecutiva de la agrupación socialista, que suma treinta y tres. Sólo la vicesecretaria general del PSOE gijonés, Dulce Gallego, se dejó ver. La representación de las siglas se limitó a las diputadas regionales Carmen Eva Pérez y Dolores Campillo, que para ellas llevan, por tomar partido en semejante felonía.

Da la impresión de que alguno o alguna ha ordenado ejecutar (decapitar) al mejor ejecutor (el que hace algo) del Gobierno asturiano. Y cuando asoma el hacha del verdugo, desaparecen las lealtades y las devociones. Y sálvese quien pueda.

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