La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sol y sombra

Desconfianza europea

La Unión no sólo tiene como enemigos a nacionalistas y populistas

Europa, es decir la Europa que pretendemos soldar con arreglo a unos valores compartidos, es una idea que se tambalea de tanto estar suspendida en la cuerda floja. No sólo tiene enemigos fuera, los populismos y los nacionalismos, tanto da, también están dentro, dispuestos a dinamitar el principio de mutua confianza entre los países socios. Un principio que no existe, según se ha podido comprobar tras las decisiones de los tribunales alemanes y belgas sobre la euroorden para extraditar a los golpistas catalanes huidos de la justicia. Bélgica ha alegado ahora un defecto de forma del Tribunal Supremo para no colaborar con España en la detención de unos prófugos sometidos a auto de procesamiento por rebelión contra el Estado.

Con tanto sabotaje interno, no tiene por qué asombrarnos el auge antieuropeísta de los euroescépticos confesos, como en el caso de Italia, donde la Liga y el movimiento Cinco Estrellas preparan un programa de Gobierno que tiene como objetivo volar los puentes con la UE. El acuerdo suscrito entre los nacionalfascistas padanos de la Liga, muy en la onda de los independentistas catalanes, y los populistas de Luigi Di Magio serviría para extrapolar la querencia intermitente entre el separatismo y el podemismo, dispuestos a confluir en más de una ocasión. No lo pierdan de vista.

Si los pronunciamientos supremacistas del xenófobo Quim Torra no suponen para los socios de la UE una alarma de lo que se esconde detrás de la reinvidicación catalana secesionista es que hay un terrible problema de ceguera que no tardará en destruirnos. Es de nuevo el huevo de la serpiente, una historia ya vivida.

Compartir el artículo

stats