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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Monedero, qué cachondo

La defensa podemista del chalé de Iglesias

Estuvo ayer Juan Carlos Monedero en Gijón y disparó a las escopetas con pájaros: todo lo que se está escribiendo sobre el monumental chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero es una campaña mediática orquestada para atacar a Podemos. Cada vez que los podemistas arrean para arriba en las encuestas, cavila el ideólogo, la mano negra periodística convierte una menudencia en un escándalo. Sólo que esta vez la menudencia supera las cifras de 600.000 euros, y no puede uno esperar ir por lana y no salir trasquilado.

Tiene gracia Monedero. Quiero decir que se trata de un tipo gracioso, dotado de fino ingenio, que escribe bastante bien y que se maneja con soltura en la dialéctica y en el guiño a la audiencia. Ayer en Gijón deslizó una crítica de guante de seda al alcalde de Cádiz, el único dirigente morado que ha osado cuestionar la polémica adquisición del carísimo chalé. Sin ponerse rojo, el anticapitalista Kichi condecoró con la medalla de su ciudad a la patrona gaditana, la Virgen del Rosario, e Iglesias fue el primero en criticarlo. O sea, que esta guerra va de cuentas: las de las bolitas del rezo mariano y las de la hipoteca de la parejita que espera gemelos. Sorprende que, salvo Kichi, nadie de la cúpula de Podemos se indigne con la compra millonaria de un chalé en la sierra madrileña por el rey de los indignados.

Ya sólo falta que viviendo en Galapagar, cuna del torero José Tomás y del ganadero Victorino Martín, Iglesias se vuelva taurino y se corte la coleta política, ahora que se ha puesto la ideología por montera. Aunque después del fenomenal traspié del "casoplón" del jefe de la tribu, es más probable que Podemos en vez de abrir la puerta grande en las próximas elecciones salga de este pasodoble a pie cambiado por la puerta de la enfermería.

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