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Profesor de la Universidad de Oviedo

La actual petición de los jubilados es demagógica e injusta

En España recientemente se están produciendo múltiples manifestaciones de jubilado apoyadas por sindicatos y algún partido político reivindicando subidas de las pensiones que garanticen su poder adquisitivo, es decir, que como mínimo igualen a la subida del índice de precios al consumo (IPC). Incluso algunos piden que tales subidas se garanticen dentro de la Constitución.

Comparando con Europa las pensiones españolas son altas. Así, de media en España se cobra en torno al 90% del salario medio previo a la jubilación, mientras que la media europea está en torno al 70%. En Reino Unido, por ejemplo la pensión media es de 550 euros al mes, en Alemania es de 1.000 euros para los hombres y 600 para las mujeres, mientras que en España es de 1.342 euros si se cobrase en 12 meses para comparar con los anteriores. Con datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), en 2015 la pensión media en España era de 16.086 euros al año, mientras que el sueldo medio era de 15.842 euros al año, es decir, que los pensionistas hace dos años cobraban de media más que los asalariados. Si miramos la tasa de pobreza en España antes y después de la crisis vemos la gran mejora de los jubilados. En efecto, a mediados de la pasada década la tasa de pobreza de las personas en edad de trabajar era del 17% y después de la crisis del 27%. En cambio, entre los jubilados la tasa de pobreza pasó del 29% en los años previos a la crisis al 12% en los años posteriores a la misma.

El sistema de pensiones público español no es un sistema de capitalización como lo son los planes privados en los que uno va aportando a un fondo y luego recibe lo que tiene en dicho fondo. En el sistema de Seguridad Social español, en realidad las pensiones actuales las pagan, no quienes las generaron, sino los cotizantes actuales, si bien ya no todo, porque dicho sistema es deficitario y tiene que recibir fondos externos.

Aun teniendo en cuenta lo anterior, podemos hacer un cálculo sencillo que nos ayuda a comprender cuál debería ser de forma aproximada la cuantía media de la pensión en España, tomando los datos actuales de cotización a la Seguridad Social y el importe que ésta dedica al pago de pensiones. No se necesita realizar ninguna actualización ni de los pagos pasados ni de cobros futuros, pues se trabaja siempre con datos actuales. Partamos del salario medio actual en España que está en torno a los 16.000 euros anuales y consideremos el tipo de cotización por contingencias generales a la Seguridad Social que cubre tanto la pensión como los gastos sanitarios, el cual es del 28,3% (de esta cuantía el 83,4% es la aportación empresarial). Supongamos que este trabajador medio cotizó 40 años y que cobrará la pensión durante 20 años (datos más bien generosos con el trabajador). Consideremos también que del total aportado con las cotizaciones el 84,7% se destina a pensiones (porcentaje que en 2017 destinó la Seguridad Social al pago de pensiones contributivas). Multiplicando 16.000 euros anuales por 40 años cotizados y por 28,3% de cotización, nos da 181.120 euros cotizados en toda la vida laboral. De esta cantidad calculamos la parte que es para pensiones es decir el 84,7% de 181.120, lo que nos da 153.408 euros. Si dividimos este último importe entre 20 años de cobro de pensión y entre 14 pagas al año tenemos 548 euros de pensión al mes. Es decir que un trabajador que ganase 1.157 euros al mes con 14 pagas (sueldo medio), con las hipótesis medias razonables indicadas, debería cobrar en torno a 548 euros al mes para que no generase ni déficit ni superávit al sistema. Por supuesto que no se trata de que cada pensionista cobre exactamente lo aportado, pues estamos en un sistema social, pero si cada uno recibe más de lo que aporta, el sistema necesitará financiación adicional. Adicionalmente, no debe olvidarse que las pensiones no están pensadas para mantener a los hijos ni a los nietos del jubilado, sino solo a éste último.

Por otro lado, hay que tener en cuenta también que si la pensión de jubilación no se revaloriza cada año al menos según la evolución del IPC, el jubilado irá perdiendo capacidad de compra, por lo que es conveniente que el sistema público tenga esto en consideración, dado que el jubilado tiene muy pocas posibilidades de compensar dicha pérdida de renta. El actual sistema de revalorización de pensiones que entró en vigor el 1 de enero de 2014 tiene en cuenta en buena medida este hecho, junto con la capacidad de financiación del sistema de una forma equilibrada.

Visto lo anterior, cabe preguntarse si es lógico el planteamiento indicando que hacen muchos jubilados, sindicatos y algunos partidos políticos de que debe garantizarse incluso en la Constitución una renta y una subida de las pensiones determinada, a partir de la variación del IPC. ¿No sería igual o más lógico, por ejemplo, garantizar en la Constitución la educación gratuita en determinados niveles, o la suficiencia de recursos para que pueda funcionar bien la justicia y no como ocurre ahora? ¿Por qué tienen que garantizarse las rentas de los pensionistas incluso cuando la renta media del país sufra importantes caídas, como ha ocurrido con la reciente crisis económica? Es decir, ¿por qué si hay una crisis económica que disminuye la renta media de los ciudadanos, en cambio los jubilados deben disponer de forma garantizada de más renta en dicho periodo a costa del resto de ciudadanos?

Sería mejor que evaluásemos con cuidado todas las variables que afectan a la cuantía de las pensiones y no hacer análisis parciales considerando sólo una variable, análisis que además no están basados en razones de justicia sino en el oportunismo del momento.

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