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Joaquín Rábago

Un embajador impertinente

La campaña del norteamericano Grenell para apoyar a los partidos populistas de extrema derecha

Por si algo nos quedara todavía por ver a los europeos con el Donald en la Casa Blanca, ahora tenemos que soportar a un embajador que, para ser suaves, calificaremos de "impertinente".

El nuevo embajador del líder del "mundo libre" ante la mayor economía de Europa parece querer tratar a los europeos como otros diplomáticos norteamericanos tantas veces han tratado a los gobiernos de su patio trasero.

Richard Grenell, que así se llama el caballero, expresó a la edición londinense de la web de ultraderecha Breitbart su intención de estrechar contactos con los grupos conservadores europeos para ayudarlos en la conquista del poder.

Breitbart News, a cuyo frente estuvo algún tiempo Steve Bannon, el controvertido exconsejero de Donald Trump, es una publicación conocida sobre todo por las opiniones xenófobas, racistas y misóginas de muchos de sus colaboradores.

Tras contribuir a la victoria electoral de Trump, los responsables de esa publicación abrieron una oficina en Londres para, según explicaron, proseguir desde allí su cruzada ultraconservadora en Europa.

Las declaraciones de Grenell a ese medio parecen pues inscribirse en esa campaña, claramente destinada a sembrar cizaña en el Viejo Continente apoyando sin pudor a los partidos populistas de extrema derecha.

No se trata, sin embargo, del primer paso en falso de Richard Grenell. Nada más asumir su puesto en Berlín, el nuevo embajador norteamericano les dijo a las empresas alemanas que harían bien en dejar sus negocios en Irán. Grenell se refería así a las sanciones que quiere imponer Washington también a las empresas extranjeras que violen el embargo unilateralmente decidido por Trump tras retirarse del acuerdo nuclear con Teherán.

El veterano diplomático alemán Wolfgang Ischinger, que representó a su país en Londres y en Washington y ahora preside la Conferencia de Seguridad de Múnich, le dijo a Grenell que haría mejor en explicar la política de su país en lugar de pretender darles instrucciones a los europeos.

Más directo, el socialdemócrata y expresidente del Parlamento europeo Martin Schulz acusó a Grenell de comportarse, "no como un diplomático, sino como un oficial colonial de extrema derecha".

La prensa germana habla mientras tanto de la amistad de Richard Grenell con el nuevo ministro de Sanidad de la Gran Coalición y representante del sector más derechista de la CDU, Jens Spahn.

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