Asturias tiene un problema con la escolarización de los menores de 3 años. El Presupuesto del Principado recogía para este año un gasto de 22 millones de euros para las escuelas de niños y niñas en la edad más temprana, un modelo de escolarización que nació en 2003, cuando se abrió el primer centro en Gijón. Pese a que en dos décadas la apertura de escuelas por toda la región ha ido en aumento, el Principado se sitúa cerca del vagón de cola de las regiones en cuanto a la tasa de escolarización en las edades previas a la educación obligatoria. La Administración regional tiene firmados convenios con 44 ayuntamientos, lo que ha permitido hasta la fecha poner en funcionamiento 72 escuelas. ¿Es este número suficiente? Evidentemente no, a la vista de los datos oficiales que certifican una elevada lista de espera en toda la región.

La nueva ley de Educación, la LOMLOE, pretende que todas las familias con niños en la edad más temprana puedan acceder a una plaza en los centros escolares para menores de 3 años. A día de hoy, esta posibilidad es más sencilla en unas comunidades que en otras. Si en el segundo ciclo de Educación Infantil, de 3 a 6 años, la escolarización es prácticamente plena, en el primero se aprecian grandes diferencias, entre el 18,3% de Murcia al 53,8% del País Vasco. En el contexto autonómico, Asturias es la quinta comunidad con una tasa más baja, solo por delante de Ceuta, Murcia, Canarias y Castilla y León. El 24,8% que registra la región se encuentra muy por debajo de la media nacional, que se cifra en el 41,1% de escolarizados. Según la estadística oficial, solo uno de cada cuatro niños asturianos menores de 3 años va a la escuela infantil.

El problema se da en la mayoría de los concejos de la región pero, sobre todo, en las grandes ciudades y principalmente en Oviedo, donde cuatrocientas familias demandantes de plaza en las siete escuelas de hasta 3 años que existen en la ciudad se encuentran actualmente en lista de espera. El caso más llamativo es la del Rubín, donde, según publicó la pasada semana este periódico, solo se ha podido dar respuesta a 35 de las 129 solicitudes admitidas. A nivel regional, según se denunció el pasado jueves en el Parlamento durante una comparecencia de la consejera de Educación, la lista de espera afecta a casi un millar de familias.

Pese a que la estadística señala que el 83% de los alumnos asturianos de las escuelas de hasta 3 años se beneficia de algún tipo de bonificación en la matrícula y que prácticamente la mitad queda exenta del pago, existen muchas familias que o bien no pueden hacer frente al coste de este servicio o bien no tienen la posibilidad de llevar a sus hijos a la escuela más temprana, porque o no la hay o no dispone de plazas. Hay que recordar que en Asturias la Administración regional facilita a los ayuntamientos el presupuesto para financiar la contratación del personal de estas escuelas. El equipo educativo está vinculado al convenio con cada Ayuntamiento, lo que provoca diferencias notables de salario entre los maestros, dependiendo en qué concejo trabajen.

Existe además un grave problema con la estabilización laboral del personal docente, que contratan los ayuntamientos con dinero de la Administración regional, pero que son considerados empleados municipales, no autonómicos. En muchos casos se trata de interinos de larga duración que más pronto que tarde pasarán a ser fijos, lo que supondrá un contratiempo para las paupérrimas arcas municipales. Habrá concejos que no podrán hacer frente a ese gasto y que tendrán que cerrar sus escuelas para menores de 3 años.

Las escuelas de hasta 3 años son esenciales para favorecer las posibilidades de conciliación de los progenitores, ya que un niño o niña no escolarizado en estas edades requiere de cuidados que por lo general le procura la madre. En el contexto de un modelo de mercado igualitario por razón de género resulta imprescindible la disponibilidad de servicios de cuidado infantil que sean efectivos y además asequibles. Organismos internacionales como la OCDE certifican, por otra parte, que cuantos más años de escolarización mayores son las posibilidades de igualdad futura entre los alumnos y más fácil resulta corregir el impacto negativo de los factores socioeconómicos familiares en los niños.

En palabras del prestigioso psicopedagogo Francesco Tonucci, "el periodo más importante de la vida, en el cual se asientan las bases sobre las que se construirán la personalidad, la cultura y las habilidades, es el de los primeros años. Por ello las mayores y mejores inversiones deben dedicarse a los primeros estadios de la vida". Asturias debe apostar por una red pública de escuelas infantiles dotada de calidad y calidez educativa. Y las necesita en mayor cantidad, para paliar esa alarmante lista de espera. Esta región envejecida, que busca remedios para invertir una pirámide poblacional que adolece de nacimientos, está obligada a poner en práctica medidas efectivas que permitan la conciliación familiar. Y una de las más importantes es la posibilidad de atender convenientemente a los más pequeños de la casa mientras sus padres trabajan.