Olicio (Cangas de Onís),

Alba SÁNCHEZ R.

Los vecinos de Olicio, en Cangas de Onís, se sienten olvidados por su Ayuntamiento. El pueblo está habitado por unas diez familias, incomunicadas por acceso rodado con la capital del concejo. Un tramo de 2,5 kilómetros de pista intransitable para los vehículos les impide acceder a los servicios de los que disfrutan los demás habitantes del municipio.

Los vecinos de Olicio, Parda, Peruyes y otros pueblos cercanos tienen que escolarizar a sus hijos en el municipio vecino de Parres, y, aun así, deben enviarlos a clase en taxi. De este modo, se duplica el recorrido que deben hacer los escolares diariamente. De igual manera, los vecinos acuden a Parres para realizar sus compras y sus gestiones cotidianas. Su única salida hacia la capital del concejo es la conexión con la carretera nacional, un enlace bastante peligroso (conocido en la zona como La Tiendona) y que les obliga a atravesar dicho concejo.

La Consejería de Medio Ambiente anunció el pasado 26 de enero que Olicio figuraba en una relación de diez localidades asturianas contaminadas por metales, concretamente por mercurio. Un vecino, Honorio Nava, comenta al respecto que «las minas se abrieron en la década de los sesenta y se cerraron en los setenta. De ellas se llegaron a sacar hasta 1.800 kilos de mercurio en un mes», señala Nava. «Por aquel entonces, a nadie le preocupaba que donde tenían los hornos para separar y limpiar el metal no hubiera vegetación por los alrededores», añade.

En dichos terrenos se realiza actualmente la fiesta del pueblo, muy popular en la zona. «Ahora parece que se preocupan y quieren examinar la posible contaminación de los terrenos», comenta Nava, pero, hasta entonces, los vecinos se preguntan qué hacer.

En el día de ayer, entre los vecinos y allegados del pueblo de Olicio, congregados en la taberna local, se palpaba la preocupación, aunque más por la incomunicación de la localidad que por la contaminación de los suelos. Teniendo en cuenta ambas circunstancias, los vecinos de los pueblos de la zona están formando una asociación para poder pedir explicaciones a quien corresponda y solicitar un acceso rodado a la capital de concejo, ya que se sienten olvidados. «Ésta es una zona que, en teoría, se encuentra en expansión», comenta otra vecina, «pero en la práctica no es así. Intentamos repoblar la zona, pero todo son obstáculos. Nos sentimos desamparados por el Ayuntamiento de Cangas de Onís, que es el nuestro», añade esta vecina de Olicio.