Arriondas (Parres),

J. M. CARBAJAL

Aún quedan varias incógnitas por despejar en el seno de la selección nacional absoluta de piragüismo con miras a los campeonatos de Europa en aguas tranquilas, que tendrán lugar del 15 al 18 del próximo mes de mayo en Milán (Italia). Una de ellas, quizá la más reciente, es la que afecta al K-1 1.000 metros, embarcación a la que opta, y sobremanera tras su victoria en la Copa de España, el joven parragués Milín Llamedo Álvarez (Club Piragüismo Astur), quien parece haber ganado muchas opciones sobre los demás aspirantes a esa plaza: el zamorano Emilio Merchán Alonso, finalista en el pasado Mundial de 2007, y el gallego Jovino González Comesaña, éste vencedor del reciente test selectivo celebrado en el embalse pontevedrés de Verducido.

«Estoy ahí, pero no tengo asegurada la plaza. En estos momentos no sé nada», aseveró el lunes, en Arriondas, Milín Llamedo, quien agotaba unas horas de descanso después de regresar en la tarde del domingo de competir en Galicia y antes de tomar el avión rumbo a Sevilla y reincorporarse, esa misma noche, a la concentración de la selección nacional española de piragüismo. El próximo fin de semana, a los palistas del combinado nacional les espera la Regata nacional sobre 500 metros, que se dilucidará en Mérida (Badajoz), aunque su participación quedará a expensas de la decisión que adopte la dirección técnica del equipo nacional masculino de kayak.

En el Europeo de Milán estarán en juego nada menos que cuatro plazas, en la modalidad de K-1 y sobre la distancia de 1.000 metros, clasificatorias para los Juegos Olímpicos de Pekín. Ahora bien, pese al excelente rendimiento de Milín Llamedo en la Copa de España de 1.000 metros, el pasado domingo, en Castrelo do Miño (Orense), tampoco se debe descartar la realización de nuevos tests para definir la titularidad de esa plaza para la cita continental.

A día de hoy, los técnicos de la selección española tienen la tesitura de poder elegir entre la insultante juventud de Llamedo -el asturiano ya fue subcampeón de Europa junior en 1.000 metros y medalla de bronce en la distancia de 500 metros-, que parece contar con mayores posibilidades, y la veteranía de Merchán o Jovino.

Por otra parte, este próximo viernes, día 4, en el canal de La Cartuja, en aguas sevillanas, se celebrará un test del K-4 1.000 metros en el que se probará la nueva tripulación del equipo nacional, formada por el riosellano Fran Llera Blanco (Oviedo Kayak-Feve), los catalanes Saúl Craviotto Rivero y Damián Vindel Hernández y el gallego Carlos Pérez Rial, «Perucho», quienes tendrán como rivales al cuarteto gallego del Kayak Tudense, configurado por Iván Alonso Lage, Roberto Rodríguez Lechuga, Diego Piña Esteves y Víctor Javier Rodríguez Rodríguez. Todo apunta, salvo mayúscula sorpresa, a un mero ensayo para los elegidos por la dirección técnica de la Federación Española.

Asimismo, esta semana tendrá lugar en aguas de Sevilla, previo a la Copa de España de Mérida, otro test interno del equipo nacional español. En este caso les tocará el turno a las K-2 1.000 metros: el parragués Javier Hernanz Agüeria (Real Grupo Covadonga), que formará dupla con el palentino Diego Cosgaya, por una parte, y el gallego Borja Prieto y el andaluz Pablo Enrique Baños, por otra.

En realidad, todo hace indicar que las posibilidades de titularidad de esa embarcación se decantan claramente del lado de la tripulación astur-palentina, pues lleva perfilando su preparación como barco de equipo (K-2 1.000 metros) para el evento continental -habrá dos plazas, en Milán, con premio de billete olímpico a Pekín- desde hace algunos meses.