Alles, Rebeca AJA

Entre matorrales despuntan las últimas piedras de la iglesia de San Pedro de Plecín. Un templo que dejó de serlo en 1787, cuando se construyó la nueva iglesia de Alles, en Peñamellera Alta. Es en esa fecha cuando Plecín cae en el olvido. Lo que de aquella necrópolis e iglesia queda es fruto del abandono y el expolio al que se ha visto sometida desde entonces. En el año 1991 sus ruinas son investigadas y consolidadas. El 30 de octubre de 2003 son declaradas bien de interés cultural (BIC) con categoría de monumento. De mismo año data un proyecto municipal de rehabilitación del templo remitido a las autoridades competentes para urgir a realizar una intervención ante el avanzado estado de deterioro de las ruinas y los accesos.

Pero San Pedro de Plecín sigue igual o peor. Recientemente, los dirigentes municipales han vuelto a reclamar que se saque del olvido este monumento, para que reciba la atención que merece. Fue la importancia histórica y artística de Plecín lo que el 1 de diciembre de 1998 llevó al Principado a incoar el expediente para que sus restos quedaran catalogados como BIC. Esa misma categoría es la que en Peñamellera Alta esperan que siga estimulando la conservación de lo que aún queda junto a los cada vez más frondosos matorrales.

A la iglesia de San Pedro de Plecín se llega por un sendero desde el barrio Llumberu, en Alles. Encontrar el camino no es fácil porque ni el cartel indicador sigue en pie. El acceso parece estar más transitado por el ganado que por el visitante interesado en conocer los restos de una iglesia románica datada en el último cuarto del siglo XII. Se encuadra en las creaciones del románico internacional desarrollado alrededor del Camino Real que discurría desde Santander a Asturias. Su ubicación, a unos 500 metros de Alles y de espaldas a él no ha estado exenta de interpretaciones. Juan Ignacio Ruiz de la Peña, en un informe histórico sobre Plecín, sugiere que la iglesia podría cristianizar un antiguo lugar de culto. Hay leyendas que aventuran la existencia de un pueblo bajo lo que después fue la iglesia.

Nombre antiguo

Antiguamente, el templo de San Pedro de Plecín era llamado de San Salvador. El edificio se amplió en el siglo XIII y fue reformado y dotado de pórtico en el XV. En el siglo XVI se añade una capilla funeraria. El templo tiene nave única y ábside semicircular a base de sillares de piedra arenisca. Aún se conservan algunos capiteles decorados con motivos vegetales, figuras humanas y seres fantásticos como sirenas, grifos y centauros. También se conservan cinco canecillos de finales del siglo XII y otro de comienzos del XIII, muy deteriorados. Están decorados con animales, músicos y figuras humanas. En el interior aún están las basas que sostenían las columnas del arco de triunfo. Algunos elementos, como un posible capitel de este arco, están custodiados en el Ayuntamiento. Emparentada con otras iglesias tardorrománicas de Palencia y Burgos, San Pedro conforma un conjunto histórico que merece salir del olvido.

Además de intervenir en las paredes de la iglesia para retirar la vegetación y consolidar muros, esquinas o unir sillerías en capiteles, portadas, arcos y zonas nobles, las reclamaciones municipales incluyen otras tareas de conservación del entorno como: limpiar a ambos lados del camino de acceso hasta la capilla, de Llumberu para arriba y de Llumberu para abajo, así como el entorno del alrededor de la iglesia; acondicionar el firme de la senda y colocar un vallado de madera que delimite el área del templo; colocar puntos de luz que lo iluminen, paneles informativos de la ruta y descriptivos de la zona.