Ribadesella,

Bárbara MORÁN

El alcalde de Ribadesella, Ramón Canal Tirador, se comprometió ayer con los alcaldes pedáneos de las localidades de Cuerres, Nocéu y Tereñes a estudiar la reducción de la subida anual del impuesto de bienes inmuebles (IBI). Después de que, hace dos meses, un grupo de vecinos de la zona rural riosellana decidiera salir a la palestra denunciando la subida «abusiva» del IBI en el concejo, el alcalde de Ribadesella y responsable de la concejalía de Hacienda, Ramón Canal, decidió ayer recibirlos para analizar la situación impositiva.

Después de una hora escasa de reunión, los cuatro representantes vecinales presentes, José Manuel Rosete, alcalde de Nocéu; María Elena Ruisánchez, alcaldesa de Cuerres; Domingo Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de Cuerres, y Manuel Rodríguez, alcalde de Tereñes, salieron del encuentro con sentimientos encontrados. Por un lado, satisfechos y esperanzados por el anuncio del Alcalde de que estudiará frenar la subida del IBI, de un 10 por ciento anual durante diez años consecutivos. Pero salieron, a la vez, insatisfechos porque su principal pretensión y objetivo, la rebaja del gravamen, no fue admitido por el regidor. «Nosotros queríamos la reducción del impuesto del 0,65 al 0,30 o al 0,40, pero no ha sido aceptado por el Alcalde, aunque estamos esperanzados por que se produzca un punto de encuentro entre los afectados y el Consistorio y que el estudio prometido sea una realidad», aseguró Rosete.

Los 6.500 riosellanos tendrán, en definitiva, que pagar el primer recibo del Catastro con un gravamen del 0,65, como se les comunicó hace dos meses a través de cartas certificadas. Los más afectados son los vecinos de la zona rural, con propiedades y fincas que antes eran rurales, y, por lo tanto, no pagaban el impuesto y ahora han sido catalogadas como urbanas en muchos casos. «Yo antes pagaba 105 euros por todas mis propiedades y ahora tengo que pagar 749. La subida es de golpe y muy cuantiosa, de ahí nuestra preocupación, porque, si no se reduce la subida del 10 por ciento anual, acabaré pagando 1.500 euros», comentó Rosete.

Además, el precio del suelo en Ribadesella se ha disparado en los últimos tiempos, y, como este impuesto no había sido revisado desde el año 1995, como recordó ayer Canal, muchos vecinos tienen que pagar ahora fincas que antes no se incluían en el mismo, por ser rurales. «Me he comprometido a estudiar la rebaja de las subidas anuales, pero ya les he comunicado que el porcentaje no puede reducirse. Los vecinos están de acuerdo en la valoración que se ha hecho de las fincas», aseguró el regidor.

Los representantes vecinales, que ayer tuvieron la primera toma de contacto con el alcalde de Ribadesella, esperan ahora que su compromiso verbal se materialice en una rebaja que haga que sus bolsillos se resientan menos por el «catastrazo» riosellano.