Ribadesella, B. MORÁN

La exposición conmemorativa del 40.º aniversario del descubrimiento de las pinturas de Tito Bustillo, ubicada en el centro de recepción de visitantes de la caverna riosellana, ha incorporado dos nuevos legados que muestran la riqueza prehistórica y artística del yacimiento. Son dos representaciones que recogen parte del arte mueble descubierto en Tito Bustillo: un contorno recortado que representa un caballo realizado sobre un hueso de hioides (hueso suspensor de la laringe) y la cabeza de una cabra esculpida en bulto redondo. Ambas piezas son raros y singulares ejemplos del arte magdaleniense europeo que desde ayer ya pueden contemplarse en esta exposición, que continuará ampliando su material poco a poco. La muestra fue inaugurada el pasado mes de abril, gracias a la colaboración y el impulso de la Sociedad Etnográfica de Ribadesella y con la colaboración de la concejalía de Cultura, así como el patrocinio de la Consejería de Cultura.

Las nuevas incorporaciones pretenden resaltar otra parte del arte prehistórico: el arte mueble, menos conocido quizá que las pinturas rupestres y mucho más frágil en su hallazgo y su conservación. Tito Bustillo cuenta, además de con una magnífica colección de pinturas, con un buen número de objetos en hueso. Estas representaciones servirán para dar a conocer al público otra vertiente de la actividad artística prehistórica.

El contorno de caballo es uno de los cuatro encontrados en la llamada Galería Larga, depositados enfrente de una mano en negativo y cubiertos con una capa de colorante rojo. Todos ellos están perforados, de modo que la hipótesis más defendida es que eran utilizados como colgantes. En las reproducciones de las piezas, realizadas por la empresa riosellana Maquetas Lezzagon, se ha buscado darles un matiz del trabajo del arqueólogo al estar embutidas todavía en el sustrato arcilloso donde se encontraron.