El Ayuntamiento de Llanes concederá el aprovechamiento de los comunales del concejo a personas ajenas a los pueblos que aportan los terrenos e incluso se reserva el derecho a subastar las parcelas. Es algo frontalmente contrario a lo que son y significan los comunales: terrenos del pueblo y para el pueblo. Imaginemos que en una localidad del concejo no hay ganaderos, o hay muy pocos, y el Ayuntamiento cede por veinticinco años parcelas a personas ajenas al lugar, o las subasta. ¿Puede alguien asegurar que dentro de unos años no habrá vecinos que quieran dedicarse a la agricultura o la ganadería? Pues si así fuere, se encontrarían sin comunales que aprovechar. Ojalá esos suelos, legado de nuestros antepasados, no acaben ahogados en un vómito de hormigón salpicado por aburridas filas de adosados.