Alba SÁNCHEZ R.

Corao (Cangas de Onís),

La Feriona de Corao se llama así por algo. Es la más importante en cuestión de ventas y calidad de las reses de todo el norte de España. Ayer se celebró en el Castañéu, en la localidad canguesa, una edición más de este evento, al que acudieron ganaderos y centenares de tratantes procedentes de toda España e incluso del extranjero. La Feriona de Corao contó ayer con la participación de más de 3.000 reses, principalmente de las razas asturiana de los valles (carreña) y asturiana de la montaña (casina). El precio del ganado sigue en caída libre.

Durante todo el fin de semana se registró en Corao y sus alrededores un movimiento continuo de camiones y acotaciones en las fincas más próximas a la feria para preparar la entrada masiva que tuvo lugar el pasado domingo, a partir de las tres de la tarde. Fue durante ese día cuando se realizaron las mejores ventas de las 1.500 reses que ya estaban entonces en el recinto ferial.

Los ganaderos miraban con optimismo la gran afluencia prevista tras el levantamiento de los municipios con restricciones de movimiento a causa de la enfermedad de la lengua azul, pero sus previsiones no obtuvieron frutos, ya que el precio de la carne y en especial la de los terneros sigue en una caída libre. Si hace un año un xatu de nueve meses valía 600 euros, ahora el precio bajó unos 240 euros, según comentó un vecino de la localidad canguesa de Peruyes. En total se vendió un sesenta por ciento del ganado expuesto, más de 1.800 animales.

Otro profesional de la ganadería de la localidad allerana de Felechosa reconoció la buena calidad de las reses de la feria. Compró tres xatinos, pero no quiso decir el precio, al ser «muy bajo». Al mismo tiempo que cerraba el trato con otro ganadero se le cruzó un tercero que entre bromas le preguntó: «¿para qué compras si el ganáu nun val nada»?.

El regidor de pastos de Cangas de Onís, Antonio García Álvarez, que es también tratante y ganadero, ve cómo año a año la Feriona se va abajo. Su ganadería vendió 99 de las 136 reses que llevaba, a compradores de diferentes puntos de la geografía española, e incluso hubo un lote que se fue para Francia. Con todo ello recuerda cómo hace tan sólo unos cinco años se vendía el cien por ciento del ganado que acudía a la feria.

Por si fueran pocos los problemas que atraviesa el sector, los tratantes de los municipios próximos al cangués se quejaron ayer de la falta de información de la hora de descarga del ganado, por lo que tuvieron que esperar en los camiones varias horas, para poder descargar a las tres de la tarde del domingo en el Castañéu. Uno de los ganaderos afectados, Jaime Cantora, denunció asimismo que las mejores ventas se hacen en las fincas anexas al recinto, y así cuando los ganaderos foráneos pueden descargar ya están apalabrados los mejores tratos con los propietarios cangueses.

Otro tratante de Infiesto recalcó que se ven obligados a incumplir las normas establecidas, que prohíben atar a los xatinos menores de tres meses por la falta de medios para los que no pertenecen al municipio cangués, ya que no es posible vallar las zonas de cada ganadero.