Cangas de Onís

El ex ministro Francisco Álvarez-Cascos no dijo ayer ni media palabra. Ni de política ni de pesca. Pescar y callar. Se limitó a practicar su deporte favorito en el coto La Vara, situado en la zona alta del río Sella, entre los concejos de Parres y Cangas de Onís, y dijo amablemente «no» a todo aquel que le solicitó declaraciones. «Preguntadles a éstos», decía en tono de broma mientras señalaba a las personas que le acompañaban. No habló y, al final, tampoco pescó ningún salmón. Y no por falta de experiencia, pues el político gijonés sabe manejar la caña con maestría. Así lo demuestra el hecho de que ha capturado varios «campanos» en diferentes ríos salmoneros de Asturias, incluido el Sella. Pero ayer el río no estaba para muchas alegrías. Así que Álvarez-Cascos, que suele acercarse cada año a Asturias, al menos un fin de semana, para pescar, se volvió ayer a casa con la cesta vacía. Y sin contestar a los múltiples interrogantes surgidos a raíz de la crisis interna que vive el PP y de sus propuestas para el próximo congreso nacional de esta formación política.

Álvarez-Cascos, ex secretario general del PP, ha vuelto a la primera plana de la política nacional en los últimos días, tras presentar varias enmiendas a las ponencias del congreso nacional del partido. El gijonés formalizó sus propuestas el lunes, sólo media hora antes de que se cerrarse el registro. El ex ministro de Fomento, afiliado en Madrid, propone varias correcciones al texto de la ponencia política. En el caso de que sus enmiendas fuesen aceptadas, el PP no se definiría como un partido de centro, sino como una organización política popular y reformista, inspirada en los principios liberales y del humanismo cristiano. El pasado martes, el político asturiano puntualizó que no cuestiona la vocación centrista del partido y matizó que lo que pretende es únicamente mejorar la definición ideológica.

Un dirigente asturiano del PP se desmarcó públicamente de las propuestas de Álvarez-Cascos. Fue Joaquín Aréstegui, portavoz parlamentario adjunto del PP en la Junta General del Principado y presidente de los populares de Avilés. Aréstegui ha tenido también un papel protagonista en la redacción del texto de las enmiendas abanderadas por Ovidio Sánchez, quien apuesta por definir al PP como un partido de centro y por recuperar el diálogo con todos los partidos regionalistas y nacionalistas, salvo con el PNV.

El que fuera vicepresidente del Gobierno de José María Aznar no ha contestado todavía a las apreciaciones de Aréstegui y ha mantenido en las últimas 72 horas un absoluto silencio, mientras arrecia el enfrentamiento interno en el partido que él reorganizó hace algo más de una década.

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