R. AJA

Onís / Cangas de Onís,

La temporada de pastos comunales en el puerto de la Montaña de Covadonga arrancó el pasado 25 de abril con la subida del ganado vacuno y ayer se completó con la apertura del período de aprovechamiento de los pastizales del espacio natural para el ganado menor, es decir, ovejas y cabras.

Desde ayer el ganado debería haber tomado el «camín» del puerto. No obstante, el mal tiempo ha disuadido a muchos de emplear el primer día en el traslado. Las reses, cabras y ovejas permanecerán todo el verano en la montaña. En septiembre se incorporará el ganado caballar, completando así el ciclo de pastos comunales, que, en el puerto de la Montaña de Covadonga, se reparten en doce distritos.

Con todo, el día de ayer marcó, oficialmente, la trashumancia a los puertos del Macizo Occidental del parque nacional de los Picos de Europa de ovejas y cabras, aunque será la meteorología de las próximas semanas la que condicione la progresiva ascensión de los rebaños. Rebaños que, por otro lado, han ido mermando paulatinamente por la presencia del lobo. Recorte que afecta gravemente al ganado menor (ovejas y cabras), favoreciendo el aumento del vacuno.

El Consejo de Pastores de Cangas de Onís aprobó el pasado abril el padrón de pastos de 2008, en el que figuran seis mil cabezas de ganado, de las que algo más de un millar corresponden al censo de ganado menor, ovejas y cabras.

Las cifras del censo son muy similares a las del año anterior, aunque ligeramente por debajo. Y es que la crisis que atraviesa el sector ganadero, aliñada con las prejubilaciones y la falta de relevo generacional de los pastores, sacude sin piedad la tradición ganadera en la comarca de los Picos de Europa.