Covadonga (Cangas de Onís), Alba SÁNCHEZ R.

El grupo folclórico ovetense «Tragu» -que cuenta con más de una treintena de personas- celebró en el día de ayer la tradicional ofrenda floral en la Santa Cueva, que ha alcanzado su 22.ª edición. Un año más el grupo ovetense quiso invitar a diferentes grupos folclóricos de toda la geografía española para rendir homenaje a la Santina. Así, estuvo acompañado por los grupos: «Trepalio», de Trobajo del Camino (León); «Calderón de la Barca», de Madrid; «Contradanza», de Logroño; y la recién constituida Banda de Gaitas de la ciudad de Cangas de Onís, que no se quiso perder su presentación en la ofrenda. Este año fueron recibidos en la Santa Cueva por el capitular de Covadonga, Francisco Fernández, en representación del nuevo abad Juan José Tuñón.

El grupo se sintió muy agradecidos por el gesto, según comentó Cuqui Ormazábal, representante de «Trasgu». Tras depositar una flor a los pies de la Virgen, cada componente de los diferentes grupos folclóricos tuvo unas palabras de agradecimiento y varias peticiones, entre las que cabe destacar la petición por la salud de uña de las componentes del grupo, Silvia. Además, este año el grupo insistió en una petición más general hacia los gobernantes, para salir cuanto antes de la crisis.

Tras cantar el himno de Covadonga, bajaron ordenadamente por las angostas escaleras a la explanada de la santa cueva para ofrecer con gran pasión, una exhibición de baile.

Comenzó la Banda de gaitas de Cangas de Onís, para continuar todos los grupos uno detrás de otro hasta el momento en que el anfitrión, «Trasgu», ofreció una de las más tradicionales piezas que año a año no pueden olvidar: la Jota la Llana, donde se canta que «la Virgen de Covadonga ye piquinina y galana».

Pero el día no hacía más que comenzar, ya que tras la ofrenda se dirigieron a la villa de Cangas donde fueron invitados por el Ayuntamiento a una espicha de hermandad en una jornada de convivencia y devoción.

Ya entrada la tarde, y con permiso de la lluvia, todos los grupos quisieron finalizar la jornada con una demostración de los bailes y música tradicional de la geografía española. Este año, como novedad, el grupo ovetense consideró que era mejor acercar la cultura a todos y hacerlo al aire libre, como siempre fueron representados los bailes tradicionales.

Para esta ocasión la plaza del Ayuntamiento cangués fue escenario de la peculiaridad de los diferentes bailes tradicionales. La jornada finalizó como no podía ser de otra manera, con una degustación de la preciada bebida asturiana, la sidra, de la que fueron partícipes tanto los bailarines como los que se acercaron a la plaza canguesa.