Llanes, A. GARAVITO TORRE

Debido a la crisis en el sector lechero, numerosos ganaderos buscan nuevos horizontes. En el concejo de Llanes el sector de la ganadería ecológica es el camino que han tomado varios ganaderos, que han formado la Cooperativa Bioastur de carne ecológica. Es el caso de Inmaculada Fernández, «Inma», que se dedica a la cría de vacas casinas o asturianas de la montaña.

Ganadera por tradición familiar, se crío en El Mazucu, donde vivía con sus padres, de quienes aprendió el oficio. Desde temprana edad andaba a la hierba, segaba y cuidaba a los animales. Esa vida le gustaba tanto que, a pesar de estudiar cinco años fuera de Asturias, optó por volver y convertirse en ganadera junto a su marido.

Actualmente, en su finca de Las Coradiellas, en San Roque, cuenta con 98 cabezas de ganado, divididas en 7 rebaños, repartidos entre su finca y otros prados en el pueblo de Vidiago. Además es ama de casa y cria a sus hijos. Vela por que «los animales estén bien y para que su carne sea de gran calidad». A pesar de trabajar duro, afirma que nunca pensó en dedicarse a otra cosa, ya que la ganadería es lo que le gusta y lo que mejor sabe hacer. «Es muy trabajoso pero la tranquilidad que se tiene viviendo en el campo, no se tiene en ningún otro sitio», asegura.

Hace dos años se embarcó en un nuevo proyecto, dejó atrás sus vacas de leche, comenzó a dedicarse a la ganadería ecológica y junto a 21 ganaderos del oriente de Asturias formó la Cooperativa Bioastur. Al principio, tenían miedo de adentrarse en un mundo desconocido, pero finalmente dieron el paso. «Es la ganadería del futuro porque cada vez se come peor, más porquería y la carne ecológica es natural», dice.

La ganadería ecológica es una gran desconocida. Inma Fernández asegura que es «totalmente natural». A los prados no se les pueden echar ni nitratos, ni químicos, ni herbicidas. Las vacas comen hierba natural, y los terneros maman de ellas. Posteriormente, pasan a comer la hierba seca de sus propios prados y si no se compra con certificado ecológico, al igual que el cereal. De esta forma se obtiene una carne natural y de muy alta calidad.

El negocio está arrancando y de momento «va un poco justo. No es algo para hacerte rico». El principal inconveniente es el precio de los piensos y cereales ecológicos, bastante más caros que los convencionales. La cooperativa sólo llevan un mes comercializando el producto. Colaboran con seis restaurantes de Llanes. Debido a la buena aceptación del producto, a partir de octubre quiere vender la carne a través de Internet y del teléfono a grupos de consumo y particulares.