Ribadesella, Bárbara MORÁN

La unión hace la fuerza. Ribadesella es un claro ejemplo de ello, ya que gracias a esta receta ha logrado solucionar el problema del «botellón», que ha vuelto al centro de la polémica en los últimos días debido a los incidentes registrados en la localidad madrileña de Pozuelo.

Son muchos los sitios en los que las concentraciones callejeras de jóvenes para beber alcohol generan quebraderos de cabeza a las autoridades. Y pocos en los que se ha logrado frenarlas. Al menos, de momento, Ribadesella parece ser un concejo modelo en plantar cara al «botellón» y ponerle cerco con una ordenanza municipal pionera. La receta: una intensa vigilancia policial las 24 horas. Han sido ocho los expedientes abiertos este verano por infringir alguno de los artículos de la ordenanza.

«Hubo alguna discrepancia en la negociación», recuerda el alcalde de Ribadesella, Ramón Canal. «El PP pretendía habilitar, como se ha hecho en otras comunidades, un lugar para "botellones", pero fue entendida mi postura totalmente en contra y llegamos a un acuerdo», destaca el socialista. Y así fue. Los tres partidos municipales (PSOE e IU, en el gobierno, y el PP) dejaron atrás sus diferencias y se unieron para aprobar el 29 de abril una ordenanza contra el «botellón». Su objetivo concreto: poner fin al que se celebraba habitualmente en el parque infantil de La Atalaya.

La presión de los vecinos afectados fue fundamental para que los políticos decidieran tomar cartas en el asunto y tomasen medidas contra los «botellones» y los problemas que llevan unidos: ruido, destrozos de mobiliario urbano, basuras.... Las denuncias de los más de 600 residentes de La Atalaya, que reivindicaban una solución efectiva a un problema que llevaban sufriendo desde casi una década, dieron como fruto la citada ordenanza y la llegada del primer verano, el presente, en muchos años, en el que el ocio y el descanso fueron posibles en el céntrico rincón riosellano.

El reglamento entró en vigor el pasado día 24 de julio. Desde entonces -exceptuando los días de la fiesta de las Piraguas, a la que no afecta, como a otras festividades locales, la ordenanza- en el parque de La Atalaya reinó la tranquilidad. Para lograrlo, el Ayuntamiento contó con el apoyo de la Delegación del Gobierno a través de la Guardia Civil, y decidió movilizar a la Policía Local las 24 horas para garantizar el cumplimiento de la normativa.

Los vecinos afectados por el «botellón» reconocen que la ordenanza ha surtido efecto y muestran su plena satisfacción por los resultados: «Por fin en muchos años logramos dormir por la noche. Estamos muy agradecidos y satisfechos, han sido años de desesperación y ahora se han tomado medidas que han sido eficaces», destaca Manuel Otero, portavoz de los vecinos de La Atalaya.

Los políticos no ocultan su orgullo por los resultados obtenidos. «Satisfacción absoluta. Creo que los buenos resultados se deben a la labor informativa de nuestros agentes de Policía y al entendimiento de todos los implicados: jóvenes, vecinos y dueños de locales de copas», manifiesta el Alcalde, al tiempo que recuerda que la ordenanza se creó a raíz del problema de convivencia en La Atalaya, pero que su espíritu «no es otro que abogar por la convivencia de todos los colectivos, basada en los derechos y su respeto, ya que no hay una normativa autonómica que regule este aspecto». El reglamento, cuyo nombre oficial es «ordenanza reguladora de la convivencia y el ocio en espacios públicos de Ribadesella», se fundamenta en la protección de la salubridad y la salud pública, el respeto al medio ambiente y el derecho a la intimidad, descanso y tranquilidad de los vecinos. Se reconoce asimismo el derecho de los ciudadanos a hacer uso de los espacios públicos. Incluye tres tipos de infracciones: muy graves, graves y leves. Las multas van desde los 50 euros, una leve, hasta 1.500, las más graves. Desde su entrada en vigor, la Guardia Civil intervino sólo una vez y solicitó la documentación a varios jóvenes que desafiaron la normativa e hicieron «botellón» en el parque. Después, durante el resto del verano ha reinado la calma y está comprobado, de momento, que el polémico botellón forma parte de la historia en La Atalaya.

«Por fin en muchos años logramos dormir, estamos muy agradecidos»

<Manuel Otero >

Portavoz de los vecinos

«El buen resultado se debe al entendimiento de todos los implicados»

<Ramón Canal >

Alcalde de Ribadesella