Cangas de Onís,

Begoña DÍAZ

El Gobierno del Principado ha destacado en varias ocasiones en los últimos años que el puente «romano» de Cangas de Onís es el monumento más fotografiado de Asturias. Durante la época veraniega se cuentan por miles los turistas que se acercan hasta este paso que cruza el río Sella, que los lugareños conocen como «El Puentón», para conocer de cerca el principal icono de la ciudad. Pese a su apellido, el puente actual nada tiene que ver con Roma. Fue construido en la Edad Media; por su tipología y estilo pertenece al gótico; por lo tanto, su época de construcción hay que situarla entre los siglos XII y XIV. Pero todos los expertos admiten que el puente debió construirse sobre otro paso anterior, tal vez levantado en la época romana, o incluso antes. Lo más probable, por lo tanto, es que en la Edad Media se acometiera la restauración o remodelación de un puente anterior, ya que está documentada la existencia de una calzada romana que unía la ciudad de Oviedo con la vecina Cantabria.

El puente «romano», bajo el cual cuelga una reproducción de la Cruz de la Victoria, joya del prerrománico asturiano, es monumento nacional desde 1931. Los lugareños se sienten realmente orgullosos de tener en su territorio esta construcción que crea gran expectación entre los visitantes. «Hay muchos monumentos importantes en toda Asturias, pero creo que éste es el más impresionante de todos», afirma Ramón Suárez, vecino de Cangas.

A un lado de «El Puentón», bajo los restos de un arco románico, puede observarse una inscripción que recuerda los momentos en los que Cangas fue corte y capital del Reino de Asturias. La primera capital del primer reino cristiano en la península Ibérica tras la invasión musulmana.

Muchos de los forasteros que se acercan a conocer «El Puentón» se quedan sorprendidos de su magnitud. «Pensábamos que era mucho más pequeño. Es enorme», afirma Rodrigo Rivera, que visita Asturias junto a su hijo Carlos.

Aunque el puente «romano» es el mayor estandarte de Cangas de Onís, existen numerosos monumentos y edificaciones en la ciudad que forman parte del mismo entorno y que también deben ser destacados. Uno de ellos es la capilla de la Santa Cruz, una reconstrucción de los años cuarenta del siglo pasado de la primitiva iglesia mandada edificar por el rey Favila (hijo de Pelayo) para dar culto a la cruz utilizada por su padre en la batalla de Covadonga, y llamada desde entonces Cruz de la Victoria.

En el interior de este templo, al que se llega después de cruzar los jardines de la Casa Riera y la pasarela que cruza el Güeña, se conserva una réplica de la lápida fundacional (fechada el 27 de octubre del 737), que era el documento epigráfico más antiguo del Reino de Asturias. Para su construcción se escogió un montículo artificial vinculado al culto precristiano que albergaba en su interior un dolmen del IV milenio antes de Cristo y que se puede contemplar hoy desde el interior de la iglesia. El Ayuntamiento pretende remodelar el templo para que el dolmen pueda verse desde el exterior.

La Casa Riera, remodelada hace unos años, ha sido habilitada como centro de recepción de visitantes de Cangas de Onís. El edificio y su finca, en el que puede verse una escultura dedicada a la emigración, es uno de los puntos más visitados del oriente de Asturias. Detrás de la Casa Riera, una pasarela peatonal, inaugurada hace unas semanas, une la zona del puente «romano» con el área deportiva de la ciudad y la piscina municipal, así como con la capilla de la Santa Cruz. Son numerosas las manifestaciones culturales que existen en Cangas de Onís debido a que sirvió de lugar de asentamiento o zona de paso de todos los pueblos que se han sucedido a lo largo de siglos y siglos de historia: celtas, romanos, visigodos, musulmanes? todos ellos han dejado su huella en la historia local.