Ribadesella, Bárbara MORÁN

La zona protegida de La Mediana y el barrio del Cobayu podrían librarse pronto de las líneas de alta tensión que atraviesan estos dos rincones de Ribadesella. La deuda de 13.000 euros que una empresa subcontratada por Hidroeléctrica del Cantábrico mantiene con un empresario de Ribadesella y que es además propietario de una de las fincas por las que debe realizarse el soterramiento, ha menguado. De aquella cifra que estaba pendiente de pago hace una semana, la cuantía se ha reducido a 6.000 euros, por lo que la llegada de esta esperada obra que librará a la zona protegida de las marismas del Sella de los cables de alta tensión, está más cerca de ser una realidad.

El propietario de la finca no autoriza a HC a ocupar su propiedad hasta que la subcontrata le abone la deuda. Es, por tanto, este impago el que impide que HC soterrar el tendido eléctrico. La obra lleva pendiente de ejecución tres años. Esta actuación fue uno de los acuerdos a los que llegaron la compañía eléctrica y el Ayuntamiento de Ribadesella debido a la implantación en el Coto Vilán de una subestación eléctrica. Pero el tiempo fue pasando y hasta la semana pasada la deuda que HC mantiene con Ribadesella no fue reivindicada por las autoridades municipales. El encargado de refrescar la memoria a la compañía respecto al soterramiento de la línea de alta tensión fue Francisco Vázquez, concejal de Medio Ambiente. En un encuentro entre responsables de Hidroeléctrica y el edil el tema salió a la luz y se descubrió que la obra está estancada debido a la citada deuda. El pasado viernes, Vázquez se reunió con el riosellano al que la subcontrata de HC le debe 6.000 euros para conocer su versión de los hechos y mediar para que el soterramiento se lleve a cabo. «Me confirmó que hace unos días la empresa que le debía 13.000 euros le pagó 7.500, por lo que ahora esta obra pende de 6.000 euros, los que están pendientes de abonar al empresario», explicó Vázquez.

La zona de La Mediana está declarada como un Lugar de Interés Comunitario (LIC) y es una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). La ley es clara en este sentido y no permite que cableados de alta tensión atraviesen dichos lugares. Con este tendido, son muchas las aves que habitan en la zona, como las garzas reales, que han muerto electrocutadas.