Presidente de la Asociación de Comerciantes de Llanes

Llanes, María TORAÑO

Gustavo Berdial lleva más de tres años al frente de la Asociación de Comerciantes de Llanes (Asacolla) y del plan estratégico de comercio para el concejo. No quiere ni oír hablar de la crisis porque se considera un hombre optimista, pero admite que el momento no es el mejor y que los hábitos de consumo están cambiando.

-¿Cómo afecta a los comercios la actual situación económica?

-En estos tiempos no se gana dinero. Nunca espero nada malo, pero la realidad es que encuentro a la gente con un gran temor a hacer gasto. Los medios de comunicación han generado mucha confusión con el tema de la crisis.

-¿Qué cambios ha observado en los consumidores?

-Ya no hay compra impulsiva, el cliente se ha vuelto más sensato y racionaliza mucho más sus compras. Por ejemplo, ya no se compran un vestido espectacular que sólo van a usar una vez, sino que buscan uno más discreto que sirva lo mismo para una boda, que para una cena de empresa o una comida familiar. Esto con la ropa, pero se puede aplicar a cualquier desembolso que tengan que realizar.

-¿Qué deben hacer los comerciantes para adaptarse a la nueva situación?

-Con vistas al año nuevo tendremos que reducir nuestras compras y procurar no acumular tanta mercancía en el almacén porque se mueve poco. Pero hay que tener cuidado porque se puede volver en tu contra.

-¿En qué sentido?

- En que es muy difícil encontrar el equilibrio porque tampoco te puedes quedar sin nada ni te puedes arriesgar a que se te quede vieja la mercancía que tienes. Otra opción es diferenciarse, especializarse cada uno en lo suyo para no confundir al público.

-¿Cómo está la salud del comercio local?

-Llanes es una plaza comercial muy fuerte comparada con los concejos limítrofes. Aunque siempre parece que lo tuyo es peor que lo de fuera, pero la gente de otros sitios no lo ve así.

-¿Qué iniciativas ponen en marcha para mejorarlo?

-Un plan estratégico se hace para prevenirse ante las épocas malas, pero cuando se presentan siempre te pillan desprevenido. Hay herramientas para continuar creciendo pero falta dinero.

-¿Qué herramientas?

-Sobre todo las que van orientadas a la formación en nuevas tecnologías, merchandising, paquetería e idiomas. Hacemos sondeos entre los socios para ver qué les interesa y en función de eso organizamos los cursos, que cuentan siempre con una respuesta adecuada, en función de las necesidades. También impulsamos iniciativas para que la gente salga a la calle porque vendemos ilusión y no sólo mercancía.

-Con esas actividades, ¿aumentan realmente las compras?

-Por ejemplo, para las Jornadas del tango vienen muchos visitantes que hacen que aumente la ocupación hotelera y comen en los restaurantes. De manera indirecta ese movimiento ayuda a las tiendas. Como asociación, las sinergias con otras agrupaciones son fundamentales.

-¿Qué papel ocupan las nuevas tecnologías en su día a día?

-Puedo consultar el catálogo de una colección con cualquier cliente por Internet y encargar lo que me pida en el momento, pero hay que tener en cuenta que las ventas por la red se están disparando y con eso se pierde el trato personalizado.

-¿Y vender por internet?

-Tendría que guardar mucho más en el almacén. Además, si todos comprásemos desde casa, a la larga, los pueblos se morirían porque el comercio lleva aparejada la vida en la calle, te obliga a relacionarte.