Llanes, M. TORAÑO

La Consejería de Cultura ha delimitado entornos de protección para seis nuevas cuevas del concejo de Llanes. Son así ya diez las grutas que cuentan con área de protección en Llanes. La mitad de ellas se encuentran entre los pueblos de Posada, Barru, Balmori, Quintana, Bricia y Niembru, en el macizo de La Llera, y albergan diferentes manifestaciones de arte rupestre paleolítico. Se trata de las cuevas del Cuetu la Mina, Tebellín, Trescalabres, La Riera y Cueva Tempranas, cuyo entorno de protección publicó el Boletín Oficial del Principado de Asturias el pasado 1 de febrero. La Consejería de Cultura ha establecido para estas cavernas una delimitación conjunta de protección, con una superficie que alcanza las 77,25 hectáreas, para estas cinco cavernas, que en todos los casos son pequeñas cavidades en las que hay distintos conjuntos artísticos datables en diferentes etapas del Paleolítico.

La cueva de Samoreli, situada en la localidad de La Llende, en la parroquia de Vibañu, también disfrutará de un entorno de protección, debido a que se trata de una cavidad en la que se encuentran tres conjuntos de líneas grabadas. La superficie abarcada por la delimitación de entorno propuesta por Cultura, a la que aún se pueden presentar alegaciones, alcanzará una superficie de 38,09 hectáreas de extensión. En Vidiago se ha propuesto la protección de la cueva de Cordoveganes, que cuenta con representaciones pintadas, en rojo y en negro, de cronología perteneciente al período Gravetiense o Solutrense antiguo.

Con estas siete nuevas cuevas -todas declaras bien de interés cultural (BIC)- ya son diez las que cuentan con un entorno de protección delimitado en el concejo llanisco. El pasado mes de octubre le llegó el turno a El Covarón, en la localidad de Parres, que destaca por su singularidad geológica y su apariencia externa, pero que también esconde importantes secretos en su interior.

El Covarón contiene dos conjuntos de manifestaciones artísticas prehistóricas. El primero, localizado en el exterior, está formado por una serie de trazados grabados en la roca de los inicios del Paleolítico Superior. El segundo, de mayor interés, está en una galería del interior y presenta, por un lado, signos y manchas pintados en rojo -datados a finales del período Solutrense e inicios del Magdaleniense- y, por otro, con figuras de animales en pintura negra -del Magdaleniense Medio e inicios del Superior-.

Las cuevas de Balmori, con motivos paleolíticos, y El Quintanal, de esta misma localidad y con representaciones animales, en forma de jabalí o bisonte, son otras de las que han sido protegidas por la Consejería de Cultura.

La riqueza rupestre de la comarca oriental de Asturias es bien conocida gracias a la fama de los yacimientos como los de Tito Bustillo, en Ribadesella, de El Pindal, en Pimiango (Ribadedeva), Sidrón, en Piloña, o el conjunto neolítico de grabados y pinturas del Ídolo de Peña Tú, en la sierra plana de La Borbolla llanisca.