Llanes, Ramón DÍAZ

PSOE y PP de Llanes han firmado una tregua. Después de veinte años de enfrentamientos con el urbanismo como telón de fondo, las das únicas formaciones políticas con representación municipal, se han comprometido a sacar adelante, unidos, un nuevo plan general de ordenación urbana (PGOU). Socialistas y populares, acostumbrados al desencuentro, se muestran dispuestos a hacer «todo lo posible» para mantener el consenso hasta que concluya la tramitación del nuevo plan urbanístico, previsiblemente en 2011. Unos y otros reconocen que este «ejercicio de responsabilidad» es necesario, sobre todo, para acabar de una vez por todas con la incertidumbre que rodea al urbanismo llanisco desde hace más de dos décadas, debido a la anulación de los tres últimos planes urbanísticos en los tribunales de justicia. PSOE y PP confían en que lo que ahora es una «tregua» se convierta en la «paz definitiva».

Los primeros pasos invitan al optimismo. El PP, en la oposición, ya ha anunciado que respalda sin ambages la decisión del gobierno municipal socialista de proceder a la revisión del actual PGOU, al considerar esta solución «el camino adecuado». La otra opción, redactar un plan general desde cero, resultaría, según socialistas y populares, mucho más complicada y podría llevar al concejo a un callejón sin salida en el caso de que el Tribunal Supremo confirmara la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) de declarar nulo el actual planeamiento.

Hay voluntad y buenas intenciones, pero mantener el consenso no será fácil; sobre todo, porque cuando llegue la hora de entrar en los detalles concretos se agudizarán los diferentes puntos de vista de ambos partidos sobre ordenación del territorio. De momento, cuando se está redactando el documento de prioridades (lo que antes se conocía como avance de planeamiento), socialistas y conservadores intentan alargar su inesperada «luna de miel».

Coinciden socialistas y populares en las líneas generales del futuro plan urbano: respeto escrupuloso a las leyes, normativas y directrices vigentes, especial cuidado con la zona rural y las zonas no urbanizables, necesidad de aplicar un desarrollo sostenible, defensa a ultranza del sector primario...

Pero el camino que resta hasta la que el futuro PGOU entre en vigor se adivina largo. La intención de los dirigentes locales es aprobar el documento de prioridades este mes. Tras su exposición pública, comenzará la redacción del plan general propiamente dicho. Harán falta tres aprobaciones: inicial, provisional y definitiva, al menos otros dos periodos de información pública y, finalmente, la elaboración del texto definitivo o refundido.

El documento tendrá que ser aprobado primero por el Ayuntamiento y después por la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA). La alcaldesa, Dolores Álvarez, se ha marcado como objetivo «dejar los deberes hechos» antes de que concluya el mandato, a mediados de 2011. El líder local del PP, Fidel Sánchez, ve «difícil» cumplir ese reto, pero está dispuesto apoyar a su adversaria «por el bien de Llanes» y «por responsabilidad». Justo lo mismo que dice el PSOE.