Arriondas, Ramón DÍAZ

«El Hospital de Arriondas ya está integrado en la red pública y su plantilla homologada». El secretario general técnico de la Consejería de Salud y patrono de la fundación pública que rige el Grande Covián, José María González Gancedo, tiene «muy claro» que el centro no tiene «ningún problema», que la atención a los ciudadanos es «idéntica» a la que se presta en los hospitales públicos asturianos y que «lo único que hay es «un conflicto laboral», que el PP e IU intentan zanjar mediante la aprobación de una ley, cuya tramitación podría ser «inconstitucional».

Gancedo aseguró ayer que si PP e IU aprueban la ley de integración del Hospital de Arriondas y su plantilla en el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) habrá impugnaciones, «seguro». ¿Quién impugnará? Gancedo cree que lo harán empleados sanitarios que querrán optar a las plazas de Arriondas o que se sentirán perjudicados porque los actuales trabajadores del Grande Covián adquieran la condición de «empleados públicos» sin pasar la pertinente oposición. Gancedo afirmó que cualquier ciudadano podrá impugnar la ley, pidiendo amparo bien a un juez, bien directamente al Tribunal Constitucional. Pero, según el mandatario regional, también podría hacerlo la fundación pública Grande Covián si considera que se lesionan sus derechos, algo que, según Gancedo, ocurrirá si se aprueba la ley de integración tal y como la han pactado PP e IU.

Gancedo defendió que el Hospital ya está integrado en el Sespa, puesto que está regido por una fundación pública controlada por ese departamento. También la plantilla ha homologado sus derechos, deberes, ingresos y horarios con los de los empleados de los hospitales del Sespa. Gancedo aseguró que en el Hospital hay un «conflicto laboral», que surge porque los trabajadores pretenden convertirse en empleados públicos, y posteriormente en estatutarios, sin superar las preceptivas oposiciones. Gancedo sostuvo que la resolución de ese conflicto laboral requiere «una negociación colectiva», no una ley de caso único, como la que impulsan PP e IU, que, en opinión del secretario general técnico de Salud, supone un severo riesgo para los puestos de trabajo del centro. Gancedo aseguró que la integración del Hospital en el Sespa obligará a crear las plazas del centro, lo que podría dejar sin trabajo a toda la plantilla.

Añadió que cualquier «solución» para el Hospital de Arriondas debe garantizar los derechos de los trabajadores y los puestos de trabajo. Pero, además, debe «respetar el ordenamiento jurídico», algo que «no ocurre» con la ley de integración, dado que, entre otras presuntas irregularidades, se ha «vulnerado el reglamento de la Junta General del Principado». Gancedo destacó que la atención sanitaria que ahora reciben los ciudadanos del Oriente no variaría ni un ápice si el centro se integra como exigen PP e IU.