Ribadesella, B. MORÁN

Llanes tiene a Ribadesella como ejemplo de que es posible regular y erradicar los problemas de convivencia que provocan los «botellones». En el parque de L'Atalaya, situado en el centro de la villa riosellana, reina la paz desde que hace un año la Corporación municipal, con los votos del gobierno formado por PSOE e IU y de la oposición del PP, sacó adelante la primera ordenanza municipal en un municipio asturiano para regular el ocio en los espacios públicos y atajar las consecuencias de los botellones.

En la época estival, sobre todo, los «botellones» eran prácticamente diarios. Hasta trescientos jóvenes, según los vecinos residentes en L'Atalaya, se concentraban en el parque infantil para beber. Los vecinos lucharon durante casi una década por que los gobernantes locales tomasen medidas para acabar con estas concentraciones juveniles que les impedían conciliar el sueño y que además dejaban a su paso destrozos en el mobiliario urbano de la zona. La espera tuvo respuesta.

El reglamento entró en vigor el 24 de julio del año pasado. Desde entonces en el parque de L'Atalaya se acabaron los «botellones». Los vecinos siguen a día de hoy agradeciendo a los gobernantes el impulso de la norma.

«Los resultados son muy satisfactorios: el verano pasado por fin pudimos dormir después de siete años sufriendo el ruido», destacó, ayer, Manuel Otero, vecino de L'Atalaya. La receta de Ribadesella, que contó con el apoyo de la Delegación del Gobierno a través de la Guardia Civil, fue instaurar servicio de Policía municipal las 24 horas para garantizar el cumplimiento de la normativa. A esta medida se suma el régimen de multas que se imponen a quienes no decidan respetar su articulado. Hasta el momento las sanciones impuestas no llegan a diez.