Colunga, Bárbara MORÁN

Tienen como máximo ocho años pero Chaikovski no les suena a «chino». Ayer, cincuenta escolares de Primaria de Colunga, Lastres y Caravia aprendieron que fue un importante compositor ruso y el creador del famoso ballet del «Lago de los cisnes», entre otras grandes obras. Tampoco se asustan estos pequeños al escuchar palabras propias del argot musical, como el pulso, el ritmo, el compás o las bulerías propias del ritmo flamenco. Sus conocimientos musicales crecieron ayer como la espuma gracias a la celebración de un taller didáctico que ofreció el Área de Cultura del Ayuntamiento de Colunga, en el marco de la novena edición de la Campaña Municipal de Música y Teatro para Escolares.

La cita fue en la Sala Loreto, ubicada en la villa colunguesa, y se celebró con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Danza. Los encargados de acercar al arte musical y de la danza a los pequeños fueron tres expertos en la materia: Fran Carreño, percusionista y músico; Mónica Núñez, profesora de Danza Española; y Myriam Chamorro, profesora de ballet clásico.

Los tres dieron un repaso a los pilares del ritmo musical y su relación con la danza de una forma amena y divertida, que consiguió mantener sin parpadear al entusiasta público. Los niños participaron en ejercicios prácticos para entender la teoría, supieron de la utilización de las palmas y las piernas y de los principales movimientos y posturas que todo buen bailarín o bailarina jamás debe olvidar, y entendieron que los ritmos pueden ser rápidos y lentos y que ambos pueden juntarse para dar vida a lo que se conoce como la música de fusión. Fueron algunos de los secretos que los tres expertos compartieron con los pequeños.

Los escolares ya saben diferenciar la música del ruido; el sonido «piano» que en el argot musical significa «suave» del fuerte: la diferencia entre el compás binario y el ternario, y que los «palos» son los diferentes estilos (alrededor de un centenar) existentes en el flamenco. La mayoría de los asistentes abandonó el taller amando más la música y la danza y, sobre todo, teniendo muy claro que ambas artes se complementan. Pero lo mejor fue que aprendieron todos estos conceptos, bailando y riendo.