Ribadesella, Bárbara MORÁN

Un nuevo escollo se ha interpuesto en el camino de la senda fluvial del Sella, proyectada en las inmediaciones de la avenida de Tito Bustillo. El Ayuntamiento de Ribadesella, que se las prometía felices para ejecutar el proyecto este año, a través del «plan A», se ha dado de bruces con la Consejería de Medio Ambiente, que exige ahora que el proyecto se someta a un informe exhaustivo de impacto ambiental (ESIA), ya que el Principado considera que con el informe de impacto ambiental que realizó el Ayuntamiento «no es suficiente para avalar el proyecto, ya que además se han recibido multitud de alegaciones ambientales al respecto», explicó ayer el alcalde riosellano, Ramón Canal.

La nueva traba ha supuesto un jarro de agua fría para la Administración local, que confiaba en licitar la obra antes del verano. Este objetivo parece ahora imposible. Elaborar un informe ambiental exhaustivo conlleva unos trámites y un tiempo que impiden que la obra pueda concluir este año, como pretendían las autoridades locales.

El regidor riosellano, afectado por la nueva exigencia de Medio Ambiente, anunció, por un lado, que seguirán los trámites para culminar la tramitación del proyecto de la senda del Sella, pero, acto seguido, reconoció que el equipo de gobierno (PSOE e IU) tendrá que sentarse y valorar si merece la pena seguir adelante con el proyecto este año. Sobre todo, porque si la obra no concluye antes de final de año, al estar financiada a cargo del «plan A», el Ayuntamiento podría perder los 500.000 euros presupuestados para la senda del Sella. Ante tal circunstancia el equipo de gobierno municipal ya estudia «buscar otra obra en la que invertir este capital», defendió el Alcalde.

La senda del Sella discurriría por la margen izquierda del río, en concreto, por la zona conocida por los vecinos como la ensenada del Ramu, que se sitúa entre el puente de la carretera N-632, que salva la ría, y el inicio de la zona de La Mediana. La futura ruta fluvial pasará por delante de la actual entrada principal a la cueva de Tito Bustillo y del futuro museo de la caverna -en fase de construcción- y bordeará el polideportivo municipal de la villa, situado en el prau de San Xuan.

El estudio de impacto ambiental era un requisito necesario para continuar la tramitación del proyecto, dado que los terrenos afectados se encuentran en la zona de influencia del yacimiento prehistórico de Tito Bustillo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y en un espacio catalogado como lugar de importancia comunitaria (LIC) y zona de especial protección para las aves (ZEPA).

Asimismo, la ensenada del Ramu está integrada en la red ecológica Natura 2000, avalada por la Unión Europea. Por todo ello, el Principado ha considerado necesario elaborar un estudio ambiental más exhaustivo, lo que implica varios meses más de tramitación, antes de la licitación y la adjudicación, que precederían a la ejecución, en un plazo estimado de cinco meses, lo que deja su viabilidad este año en el aire.