Llanes, María TORAÑO

La Asociación de Amigos y Vecinos de Llanes (Avall) ha exigido a la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) que abra un expediente sancionador a «todos los técnicos y cargos públicos que hayan intervenido en la concesión» de una licencia de obra presuntamente ilegal en la localidad de Celoriu. La vivienda denunciada, propiedad de un pariente de un concejal socialista y mandatario de la Agrupación Socialista Local, carece del preceptivo informe de Urbanismo.

Según Avall, el Consistorio llanisco es el «principal infractor», con independencia de que «los titulares de la licencia también lo sean, al haber incumplido la práctica totalidad de las prescripciones hechas por los técnicos municipales». La licencia, concedida por el Ayuntamiento el 11 de junio de 2008, era para la reforma y ampliación de un edificio en ruinas -que ha desaparecido- situado en el sitio de Cobalayu, en términos de Celoriu, fuera del núcleo urbano y en terreno de interés agrícola y ganadero. El decreto que determina la necesidad de un informe favorable de la CUOTA en estos casos «no hace salvedad o exclusión alguna en relación con el grado de parentesco que los solicitantes de licencias de obra en estas circunstancias sostengan con el concejal de Urbanismo de turno», aseguran con ironía los dirigentes de Avall, en referencia a la cercanía familiar de los titulares con un dirigente político local.

Avall exige la «inmediata» paralización de las obras, la suspensión de la efectividad de la licencia, la no concesión de licencia de uso y primera ocupación, la apertura de expediente sancionador por la destrucción total de las ruinas del edificio, la emisión de una orden de demolición de lo «indebidamente construido» y la reconstrucción y restitución de lo «indebidamente demolido». Entre la documentación que Avall aporta para su denuncia destaca un informe de técnicos municipales de 2007 en el que se considera que las ruinas tienen «suficiente entidad» y por lo tanto deben «recuperarse e incorporarse al proyecto, conservar y consolidar los muros de piedra existentes, en todas las fachadas y en toda su altura, no permitiéndose la demolición de los muros que se propone, manteniendo además los sillares de las esquinas y los huecos existentes».

Posteriormente, en 2008, otro informe técnico municipal advierte de que las ruinas tienen «protección ambiental» e informa favorablemente el proyecto, aunque condiciona la licencia al cumplimiento de las prescripciones establecidas y agrega que su incumplimiento «podrá ser causa de suspensión de la efectividad de la licencia concedida en cualquier momento». Avall denunció las obras por primera vez en febrero de este año, ante el Servicio de Gestión y Disciplina Urbanística de la Consejería de Medio Ambiente.