Val de San Vicente (Cantabria) / Colombres, Rebeca AJA

A principios del siglo XVII, Luis Alfonso de Carballo en su obra «Linajes asturianos» sostiene la hipótesis de que el linaje de Estrada desciende de sangre real, parentesco al que tal vez alude el antiguo blasón que a la casa de Estrada atribuía Tirso de Avilés: «Rama es de tronco real / la de los Duque de Estrada / y por eso comparada / hace solar principal / en Asturias respetada».

La estirpe familiar que levantó la Torre de Estrada, alzada en el municipio cántabro de Val de San Vicente, sobre un peñasco en el pueblo al que presta su apellido, daría origen a un linaje relevante en la historia de la comarca fronteriza astur-cántabra del Bajo Deva y, también, en el vecino Llanes.

La comarca es tierra de torres medievales, la de Estrada en el occidente cántabro y la de Noriega, en el lugar del mismo nombre en Ribadedeva, han salido del olvido aunque a muy diferente ritmo. La primera, declarada bien de interés cultural (BIC) por el Gobierno de Cantabria, ha sido objeto, entre los años 2001 y 2005, de una intensa labor de restauración a raíz de la cesión de la torre por la familia Estrada al Ayuntamiento de Val de San Vicente. Actualmente vuelve a estar en obras, esta vez con el propósito de abrirla al público para mostrar una exposición permanente sobre los maquis que operaron en la zona, un proyecto enmarcado en el Plan de Dinamización del Producto Turístico que comparten los municipios mancomunados de Val de San Vicente y Ribadedeva.

Frente a la emergente nueva imagen de la fortaleza de Estrada, la decadencia de la Torre de Noriega, espacio donde siguen corriendo malos tiempos. Este conjunto monumental ha sufrido, durante años, un creciente olvido cuyo resultado es un clamoroso estado de ruina. En este caso, el Ayuntamiento de Ribadedeva tramita la adquisición para su restauración, aunque sin tener claro su futuro uso.

Ambas fortalezas son dos de las edificaciones históricas de cabecera en el Bajo Deva. La de Estrada, reconstruida en el siglo XII, es de planta cuadrada y se eleva aprovechando la forma desigual del relieve formando una pirámide truncada que recuerda a la de Noriega. Javier Ortiz Real recoge en su memoria histórica de la Torre de Estrada estas y otras similitudes, así como el entroncamiento, por la vía de matrimonio, de ambas familias. Otro entronque del linaje Estrada con el apellido Duque daría origen al linaje de los Duque de Estrada, de importancia en la villa de Llanes. La misma fuente relaciona, además, la construcción de tres pisos rematados por almenas, evidente en las torres de Estrada, Noriega o en la antiquísima Torre de los Estrada, en Nueva de Llanes.

En otros escritos oficiales se habla de un parentesco más, el del linaje Noriega con el mismo rey Pelayo y el hecho de que la construcción de estas fortalezas reflejara la importancia que fueron cobrando estos linajes a comienzos de la Baja Edad Media, dentro de un espacio en plena transformación económica y política.

En torno a las fortalezas se armó un conjunto arquitectónico. En el caso de Estrada, la antigua torre es el edificio más antiguo, luego amurallado y completado con la ermita de San Bartolomé.

La construcción defensiva de Noriega se data en el siglo XIII, en el barrio de Mediavilla en el pueblo de Noriega. De planta rectangular y rematada por almenas terminadas en pináculos, a la fortaleza se fueron añadiendo otras edificaciones. Cuenta con una capilla del siglo XVIII y, al parecer, en sus orígenes tenía foso y un puente levadizo.

Por último, destaca una edificación civil más del Bajo Deva, el Palacio de Pedroso, en Pimiango (Ribadedeva), fundado por el linaje de Mogrovejo, oriundo de Camaleño de Liébana.