Vamos a ser generosos: lo llamaremos «acuerdín de Covadonga», porque a acuerdo lo mismo no llega. Asturias, Cantabria y Castilla y León juraron ayer por sus muelas que han alcanzado un acuerdo «total y absoluto» para refundar el parque nacional de los Picos de Europa. Vale, aceptamos «pulpo»: las comunidades autónomas de los Picos están «total y absolutamente» de acuerdo en chupar del «tetu» del Estado, hasta que rompa. Claro que el «tetu», de tanto tirar de él, debe andar el probín más seco que el desierto del Sahara en agosto. Así que a nadie extrañaría que el Estado diga que nanay, que si el parque funcionó hasta ahora (es un decir), puede seguir con el mismo presupuesto y el mismo personal; que no hay «tetu», vamos. A ver entonces en qué quedan el «acuerdín», los abrazos y los besos de ayer. Seamos optimistas: el Estado pondrá el «tetu», las comunidades mamarán como sólo ellas saben hacerlo, asumirán la gestión en octubre, la mejorarán... Y, de paso, el premio Nobel de Economía, para un tal ZP