Arenas de Cabrales

José Vicente del Carmen Bustillo ocupa la alcaldía de Cabrales desde 2007, cuando un pacto con una formación local sirvió para arrebatar el poder al PP, que había sido el partido más votado en las elecciones municipales.

-¿Qué balance hace de lo que va de mandato?

-Estamos muy satisfechos de la inversión que se ha podido ejecutar y que se verá al final del mandato porque lo que no está licitado está a punto. Nos habíamos propuesto hacer obra en todos los núcleos del concejo y se está consiguiendo. En la medida en que tratamos de llegar a todos lo cabraliegos para cubrir en algunos casos cuestiones necesarias y en otros urgentes, el resumen final es positivo.

-¿Está siendo un mandato especialmente difícil por la maltrecha economía municipal?

-Hemos tenido que hacer un esfuerzo fuerte. No hay nada que ocultar, encontramos un ayuntamiento endeudado, con una presión fortísima de los acreedores de entonces y nosotros hemos endeudado algo más las arcas. La contrapartida es que hemos hecho obra. La única que se estaba ejecutando en Cabrales cuando llegamos a la Alcaldía era la segunda fase del agua de Arenas. Se ha dicho que muchos de los proyectos que se estaban haciendo ya los tenía en mente el gobierno anterior, pero los que se están ejecutando son de nueva creación. Hay algunos otros que vienen de atrás y que esperemos que antes de que termine la legislatura empiecen, como el saneamiento integral del río Casaño.

-¿El endeudamiento municipal es verdaderamente alarmante?

-Sí, lo es. A veces la gente no entiende o no lo explicamos bien. Nosotros pagamos una parte importante de la deuda que heredamos, aproximadamente la mitad. Se ha generado una cantidad equivalente y algo más, estaremos en torno a los dos millones de euros de deuda. Y eso se da porque hemos tenido que recurrir a préstamos y a compromisos para ejecutar y pagar una parte de las inversiones del Principado que corresponde a los ayuntamientos. Además, el gasto al que llegamos muy mal es el de personal, exageradamente alto porque tenemos una plantilla de cuarenta y nueve personas. Es prácticamente la misma que había, salvo cuatro o cinco más. Optamos por no acudir a despidos en masa porque hubiera parecido una venganza. Hemos querido gobernar para todos. Este aspecto nos está desequilibrando mucho la cuestión presupuestaria todos los años, de los 3,2 millones de presupuesto, 1,7 es se gasta en personal. Luego hay un gasto corriente importante, al ser un concejo muy disperso. La factura de la luz, por ejemplo, es exageradísima. Recientemente hemos ejecutado, vía subvención, una reforma de todas las luminarias del concejo. Cuando se reforme el edifico del ayuntamiento también se notará un ahorro energético.

-El Ayuntamiento elabora un plan general. ¿Cómo va?

-Lento. Precisamente, el hecho de invertir tanto nos ha afectado en el plan general y hemos tenido que hacer algunas correcciones, sobre todo en los núcleos urbanos grandes. Después hemos hecho unos ajustes en las unidades de actuación antes de que salga a información pública el documento de prioridades. Queremos reducirlas, no tanto en superficie total sino en el tipo de unidad de ejecución, reducir la densidad de edificación, edificio más pequeños y de tipología más tradicional. También, en previsión de la construcción de la depuradora en Arenas y el polígono industrial que va en la misma zona hemos reducido las dimensiones del polígono en un cuarenta por ciento.

-¿Se remediará la falta de suelo para vivienda protegida?

-El municipio tiene un problema importante: no tiene suelo público. Quizás no se ha trabajado bien en el sistema de compensaciones. La forma de adquirir suelo público es compensando con las promociones privadas. Queremos concentrar el suelo en determinadas zonas, por eso queremos ir a modelos más pequeños. Tenemos una población envejecida, pero también jóvenes que no quiere marcharse del concejo. La espina clavada del mandato ha sido no atender a los jóvenes.

-Lo que sí tiene Cabrales es un marca importante, la de Picos de Europa...

-A pesar de todos los legítimos debates del pasado, el parque ha sido un motor de desarrollo muy importante en la zona. El parque nacional, por la vía de la subvención o la inversión, ha equilibrado un poco las limitaciones que se producen. Existen problemas conocidos con la compatibilidad de la ganadería y el lobo, pero desde el punto vista turístico es un foco de atracción importantísimo. Con el cambio de gestión me gustaría que se mantuviera la cohesión del Parque, que no tiren demasiado los posicionamientos políticos y prime más el conservar un territorio sin variaciones en la gestión compartida por tres comunidades.

-Hay un asunto de alcance familiar especialmente doloroso para usted. ¿Cómo va el expediente abierto al diputado del PP Juan Ángel Bustillo, primo suyo?

-Está en poder del Tribunal de Cuentas, por lo tanto estamos a la espera. Estamos para colaborar con las partes implicadas. Para mí es cierto que ha sido un tema particularmente doloroso, que ni hago con gusto ni por gusto, pero me veo obligado a actuar como lo haría con cualquier otro vecino y, además, ofreciendo cualquier tipo de ayuda que se pueda prestar desde la legalidad. Desafortunadamente es un hecho que ha sucedido. Espero que se resuelva de la mejor manera posible para todos.

José Vicente del Carmen Bustillo (Arenas de Cabrales, 1956) está casado y tiene tres hijos. Hombre de clara vocación familiar, asegura que es en este ámbito donde ha encontrado las mayores satisfacciones personales. Entró a trabajar hace 31 años como maestro industrial electrónico en la compañía E-On, donde terminó ocupando el despacho de control en la sede de Santander. Desde el año 2007 ocupa la Alcaldía de Cabrales por el PSOE.

«Tenemos una plantilla municipal de cuarenta y nueve personas, lo que genera unos gastos de personal exageradamente altos, que nos desequilibran los presupuestos»

«El municipio tiene un problema importante: no tiene suelo público, quizás porque no se han trabajado bien las compensaciones urbanísticas»