Les Roces (Cangas de Onís),

Bárbara MORÁN

Acercar Europa a las aulas, compartir experiencias y, en definitiva, enriquecerse conociendo la cultura de otros países del viejo continente. A grandes rasgos, ésta es la esencia que movió ayer hasta la localidad canguesa de Les Roces y hasta Ribadesella a cincuenta estudiantes de 15 años de cinco nacionalidades distintas.

Holandeses, ingleses, alemanes, finlandeses y españoles se unieron para disfrutar de un día de diversión y de aprendizaje de la mano del programa «Comenius», cuyo objetivo es reforzar la dimensión europea en el campo de la educación, promoviendo la movilidad y la cooperación entre centros educativos a través de distintos programas. El Instituto de Enseñanza Secundaria de La Corredoria (Oviedo) es uno de los centros asturianos suscritos a este programa, que impulsa diferentes actividades.

Este año toca descubrir los deportes tradicionales o los más practicados en los cinco mencionados países que participan en esta experiencia. Tras visitar Finlandia y descubrir el biatlón y el esquí de fondo, Alemania para practicar bosell y la «rueda alemana», los alumnos de La Corredoria mostraron ayer a sus colegas europeos qué deportes son más tradicionales en Asturias. «Elegimos los bolos, el bateo de oro y el piragüismo.

Después de mostrarles los dos primeros hoy (por ayer) estamos en la comarca de Oriente para enseñarles la tradición piragüera de esta zona y hablarles de la Fiesta Internacional de las Piraguas», explicó Belén Nicolás, profesora de inglés en el IES de La Corredoria y coordinadora del programa «Comenius» en el centro ovetense.

La jornada arrancó con el descenso del río Sella en canoa. Eso sí, antes los estudiantes recibieron un curso acelerado para dominar la embarcación. Después, los cincuenta chicos y chicas se echaron al río Sella para disfrutar de una actividad en la que todos disfrutaron mucho, tanto por el paisaje ribereño como por la novedad de recorrer veinte kilómetros de río manejando una canoa. Una experiencia totalmente nueva, por ejemplo, para finlandeses y holandeses.

«Ha sido muy divertido, el paisaje es precioso, los alumnos no dejan de hacer fotos para llevarse de recuerdo», indicó Brigritte Janssen, profesora de un Instituto de Holanda. Después, para reponer fuerzas, los estudiantes disfrutaron de una espicha con manjares típicos asturianos en un restaurante riosellano, para descubrir después, de la mano de la Sociedad Cultural y Deportiva de Ribadesella, los secretos del buen piragüista. Los alumnos extranjeros se alojaron durante estos días en las casas de los estudiantes asturianos, así que el intercambio cultural fue absoluto. La próxima aventura será la visita a Holanda de los estudiantes ovetenses.