Colombres, Rebeca AJA

El plan parcial de Los Regueros, en el pueblo de El Peral, permanece a la espera de la emisión de los informes sectoriales que deberán aprobar o rechazar el documento urbanístico que mantiene bloqueada desde hace más de tres años la adquisición municipal de la casona de Las Raucas, en Colombres, propiedad de los herederos del Primer Conde de Ribadedeva. La aprobación del planeamiento que proyecta la construcción de 109 viviendas en El Peral depende de lo que digan los distintos organismos implicados en la tramitación como la Consejería de Cultura, la Demarcación de Carreteras, la Confederación Hidrográfica del Norte y la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA).

Si definitivamente sale adelante, el plan parcial de Los Regueros afectaría a una parcela de 43.733 metros cuadrados, que es la parte que el municipio entregará a la familia Ibáñez Bernaldo de Quirós, propietaria de la finca y casa de Las Raucas, a cambio de la adquisición de este histórico edificio y recinto ajardinado, situado en el corazón de Colombres, para reconvertirlo en el centro de interpretación de la arquitectura indiana.

En febrero de 2007, ayuntamiento y herederos de Manuel Ibáñez, conde de Ribadedeva, sellaron un acuerdo de permuta que no tuvo más alcance que el apalabramiento y la publicidad del mismo durante un solemne acto celebrado en la entrada de la casona de Las Raucas puesto que la firma de las escrituras que harían efectivo ese apalabramiento sigue sin producirse tres años y algunos meses después.

La adquisición de Las Raucas aparenta estar cada vez más cerca aunque no será definitiva hasta el Pleno Municipal de Ribadedeva apruebe el plan parcial de Los Regueros, sobre el que aún no se han pronunciado todas las administraciones competentes.

La conmutación de propiedades, además de revalorizar la casona como referente de la arquitectura indiana local, también forma parte del intento municipal de crear un corredor de superficie de uso público en el centro administrativo del concejo y en esta extensión contar, además, con varias zonas ajardinadas casi interconectadas entre sí y abiertas al disfrute de todos. Las Raucas es una señorial y sobria casa rodeada de un gran jardín y acompañada de una edificación secundaria que también se proyecta recuperar tras la adquisición municipal. Manuel Ibáñez Posada encargó su construcción hace más de un siglo, pero su muerte prematura apenas le permitió disfrutar de la residencia familiar.