Benia (Onís), Bárbara MORÁN

La futura estación de esquí en el puerto leonés de San Glorio, el anunciado túnel bajo el Fitu y la autovía prevista para el suroccidente asturiano, son, según el presidente del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), Roberto Hartasánchez, ejemplos de «ideas de bombero» que ponen en peligro la conservación de la naturaleza y que justifican la necesidad de crear en la sociedad civil conciencia de «custodia del territorio», con el fin de que todos los agentes sociales se impliquen en las políticas medioambientales y defiendan a la naturaleza como lo harían con su propio territorio.

La futura estación de esquí de San Glorio es para Hartasánchez una «barbaridad», ya que tras el turismo de invierno está «la especulación y las macrourbanizaciones de montaña», que «vienen de la mano de este tipo de instalaciones y en este caso, en un territorio protegido», denunció, mientras dio más ejemplos de obras proyectadas que según el colectivo conservacionista ponen en peligro al medio en el que se quieren ejecutar. «El túnel bajo el Fitu es otra idea de bombero, una actuación innecesaria y costosísima, al igual que la Autovía del Suroccidente», defendió Hartasánchez.

Tras los ejemplos de obras proyectadas que amenazan con alterar el medio en el que se proyectan el presidente del FAPAS celebró los recortes del Gobierno central en el área de Fomento, y confesó que espera que este parón, «debido a la crisis», dé «un alivio a la Cordillera Cantábrica. Los recortes librarán a la naturaleza de la ejecución de algunas obras innecesarias y que causarían gran impacto», señaló el ecologista. Los ejemplos reales, a modo de crítica constructiva, sirvieron para meter de lleno en materia a los asistentes a las IV Jornadas Estatales de Custodia del Territorio, que se celebran hasta mañana en Benia de Onís.

Para conservar la naturaleza es imprescindible tener conciencia de custodia del territorio, es decir, estar concienciado de que la naturaleza es de todos, y que también es deber de todos cuidarla. Y que esta tarea no sólo es competencia de las Administraciones. Abrir la puerta a los diferentes agentes sociales para que participen y custodien el medio ambiente es la esencia de la «custodia del territorio», un movimiento nuevo en España y que se pretende inculcar estos días en Onís.

La custodia del territorio es un modelo importado de Estados Unidos y que llega a España ante la necesidad de poner freno al maltrato al medio ambiente, que, según los conservacionistas, en algunos lugares ha acabado con especies en peligro de extinción o con la desaparición de parajes de alto nivel ambiental. A grandes rasgos, éstas son las claves que aprendieron las cien personas que ayer asistieron al inicio de las jornadas. Una cita organizada por el FAPAS, con la colaboración de la Fundación Biodiversidad dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, la Fundación «Félix Rodríguez de la Fuente» y el Ayuntamiento de Onís, entre otras entidades.

«La custodia del territorio es la llave de un nuevo modelo de gestión, en el que la sociedad civil se integre en la labor de conservar la naturaleza», destacó Hartasánchez, al tiempo que añadió que conservar el medio es una tarea «principalmente liderada por las Administraciones y muy impermeable para la sociedad civil. La custodia ayuda a permeabilizar la participación de los ciudadanos en la protección del medio», concluyó el mandatario del FAPAS.