Ribadesella,

Bárbara MORÁN

A las cosas siempre es mejor llamarlas por su nombre y, con los pueblos, ocurre lo mismo. Este principio ya es posible en Ribadesella con la aprobación definitiva por parte del Principado de la toponimia del concejo. En las últimas fechas se ha comenzado a señalizar la treintena de pueblos del municipio con su nombre ahora oficial. Un esperado paso que se dio la semana pasada, cuando el Consejo de Gobierno aprobó de forma definitiva el listado de topónimos del concejo riosellano. Tras un largo camino de siete años, los riosellanos ya han «normalizado» los nombres con los que, desde siempre, se han referido a sus pueblos.

«Era el último paso que quedaba por dar y estoy muy satisfecho porque este proyecto, que se inició con la moción que IU presentó en marzo de 2003, ha concluido satisfactoriamente», destacó, ayer, Juan González Martino, concejal de Cultura de Ribadesella.

Los treinta y seis pueblos de Ribadesella pasarán, poco a poco, a señalizarse con sus topónimos. De esta manera, núcleos como Sardéu, Nocéu, Sebreñu y Xuncu dejarán de señalizarse con la fórmula castellanizada con la que los lugareños tuvieron que «tragar» durante años. «Sardedo, Nocedo y Junco suenan fatal porque jamás los llamamos así; para nosotros estos no son los nombres de esos pueblos. Ahora ya están reconocidos los topónimos originales», destacó Martino.

En la treintena de pueblos habrá un par de excepciones que mantendrán el topónimo en castellano. Esta variante, que se justifica porque el topónimo no está actualmente lo suficientemente extendido, afecta a la capital del municipio y a la localidad de El Carmen. Ambas se señalizarán de las dos formas: Ribadesella-Ribeseya, en el caso de la villa, y El Carmen-El Carme.

Progresivamente, tal como anunció Martino, «se irán sustituyendo las señales indicativas de los pueblos del concejo para localizarlos con su topónimo». Donde no habrá cambios será en los caseríos y barrios del concejo. Un total de 550 son los que hay registrados también con sus topónimos, aunque en este caso no se señalizarán, ya que ahora tampoco cuentan con carteles indicativos.

Durante todos estos años, los riosellanos han convivido con los carteles en castellano que daban la bienvenida a sus pueblos. Lugares a los que los que sus propios vecinos llamaban de una forma bien distinta. En Sebreñu ya celebran que su cartel de entrada al pueblo luzca el nombre real del mismo, así como en Xuncu. Lo mismo se hará en todos los pueblos del concejo.