Villamayor (Piloña),

María TORAÑO

Los representantes sindicales asturianos se conjuraron ayer para formar un «frente común», junto a los trabajadores de Chupa Chups, con el firme objetivo de evitar el cierre de la planta que la empresa de caramelos tiene en Villamayor. Los sindicatos cerraron filas para asegurar la continuidad de los casi 300 puestos de trabajo -entre eventuales y fijos- de la plantilla de Chupa Chups en Asturias. Así lo manifestaron los sindicalistas tras la reunión que mantuvieron en la factoría piloñesa con los miembros del comité de empresa. Asistieron al encuentro los secretarios generales regionales de UGT, Justo Rodríguez Braga; CC OO, Antonio Pinto, y de Acción Sindical de USO, Ángel Suárez Iglesias.

Rodríguez Braga aseguró que se defenderá la continuidad de Chupa Chups desde varios planos. Uno, social, porque supone «una quiebra» para la zona y afecta a «muchísimas familias en un período de crisis». Como ejemplo, explicó que, proporcionalmente, el impacto para Piloña del cierre de la fábrica sería el mismo que si en Asturias cerrase una empresa con 40.000 trabajadores. Además, «hay que buscar el arrope de todos los políticos asturianos». Desde el plano legal, los sindicatos pondrán a sus servicios jurídicos «a trabajar para rebatir lo que plantea la empresa».

Para el sindicalista, el Gobierno del Principado tiene en estos momentos «un arma muy importante»: las ayudas públicas concedidas en los últimos años a la empresa. «No tienen fecha de caducidad y hay que hacer valer esos compromisos», añadió. Finalmente, el representante de UGT aseguró que, en el plano económico, la multinacional Perffeti van Melle -propietaria de la marca- «tendrá que demostrar su decisión con cifras», dado que los gabinetes económicos de los que disponen los sindicatos también van a trabajar para «defender la viabilidad de la planta de Villamayor».

Antonio Pinto destacó que la empresa no ha presentado «nada, ni memoria económica, ni un razonamiento justificado» que avale su intención de cerrar. El proceder de la empresa es «oscurantista, injustificado e insensible con una plantilla que ha respondido siempre», según el representante de CC OO. Mencionó la «inequívoca» unidad de los trabajadores en estos duros momentos y afirmó que «hay una moral alta», lo que facilitará las intenciones de «pelear con inteligencia y con cabeza, movilización incluida, para garantizar una actividad que no estamos dispuestos a que salga de la comarca ni de Asturias».

Ángel Suárez Iglesias anunció que se plantearán todo tipo de movilizaciones, reuniones y contactos para que los trabajadores se hagan oír. La idea es convocar «asambleas, reuniones con asociaciones de vecinos, con alcaldes de la zona y con quien sea necesario», con tal de que «encontremos una solución feliz». El dirigente de USO destacó las «malas formas» de «este tipo de empresas» a la hora de tratar a sus empleados. El sindicalista recordó que «tras todas las subvenciones recibidas (Chupa Chups) no puede irse así como así», porque esto es «coger el dinero y matar a la gente con despidos y cierres».