Llanes / Ribadesella,

B. MORÁN / R. DÍAZ

Romper con el pasado. Es la firme promesa que han lanzado dos equipos de gobierno, los de Ribadesella y Llanes, a la hora de abordar el futuro urbanístico de ambos concejos, que se plasmará en sus respectivos planes generales, ambos en proceso de redacción. Las autoridades llaniscas y riosellanas creen que es hora de pasar página y de decir adiós al desarrollismo y al turismo de segunda residencia que ha dominado ambos municipios en las últimas décadas. Es el momento de buscar un modelo «sostenible», que se vea menos afectado por las crisis económicas que el actual, centrado casi en exclusiva en los sectores turístico y de la construcción.

La idea es clara: mejor que atraer aún a más visitantes durante el mes de agosto sería conseguir nuevos vecinos y fijar población para asegurar actividad económica durante todo el año. Así que, mejor que urbanizaciones de chalés adosados, viviendas protegidas y edificaciones en bloque, que permiten precios más bajos y una menor ocupación de suelo.

Llanes, adalid durante decenios en la comarca oriental del desarrollismo y los adosados, fue el primero en dar el paso y en renegar del modelo aplicado desde el polémico plan urbanístico de 1993, posteriormente anulado por los tribunales de justicia, lo mismo que el anterior, de 1986, y el siguiente, de 2003, este último aún vigente porque la anulación ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo por el Ayuntamiento y el Principado. Las autoridades llaniscas han elaborado un documento de prioridades -paso previo a la aprobación inicial del Plan General- que, al menos en teoría, da la espalda al modelo turístico desarrollista.

Los dirigentes socialistas locales, en el poder desde 1987, han reconocido algunos errores cometidos en el pasado en materia urbanística, y han apostado por empezar desde cero, con el objetivo de dar de una vez por todas seguridad jurídica al urbanismo local. Y todo ello de la mano del PP local.

El denominado «consenso urbanístico» de Llanes, que sustituyó al enfrentamiento que en materia urbanística mantuvieron PSOE y PP, se mantiene, aunque los populares ya han advertido de que no seguirá vigente mucho más tiempo si los socialistas intentan «legalizar» en el futuro Plan General por todos los medios todas las actuaciones consentidas en el pasado, algunas de ellas, incluso, con sentencias firmes de nulidad.

Ribadesella ha decidido seguir el mismo camino que Llanes. La Concejalía de Urbanismo, en manos de IU, ha estudiado tres opciones para el concejo: la denominada «alternativa cero», que implicaría desechar cualquier intervención urbanística; la «alternativa desarrollista», que supondría la continuidad del modelo aplicado hasta ahora; y la «alternativa sostenible», la elegida finalmente, cuyos principales objetivos son fijar población, evitar el despoblamiento rural y el éxodo de jóvenes e impulsar la vivienda protegida, con la construcción de unas 300 viviendas sociales en los próximos diez años en parcelas de propiedad municipal.

Ribadesella da así un giro de 180 grados a su modelo de ordenación territorial: se aparta de la construcción de segundas residencias y se decanta por asentar población y facilitar a los jóvenes riosellanos y a los potenciales futuros vecinos del concejo el acceso a la vivienda, Ribadesella presentará en los próximos días un nuevo documento de prioridades (el anterior fue devuelto por el Principado debido a que estaba incompleto), en el que se desarrollarán estas propuestas. El «refuerzo» de la zona rural, con un crecimiento moderado, y la «contención» del suelo urbanizable son algunas de las propuestas lanzadas por el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Francisco Vázquez.