San Román (Piloña),

Lucas BLANCO

El descubrimiento la pasada semana de un puñal y los restos de un cinturón junto a las obras del nuevo depósito de agua de San Román sirvió como anticipo del hallazgo de una nueva tumba que ya ha sido exhumada por los voluntarios de la excavación de Argandenes, dirigida por el arqueólogo Rogelio Estrada. El hallazgo de esta tumba confirma las sospechas de la existencia de una necrópolis en la zona que podría albergar numerosas tumbas, tal vez de la época romana.

El propio Rogelio Estrada explicaba ayer que, hasta la fecha, se han encontrado restos de tres cuerpos distintos. «Está claro que es un cementerio y podría albergar varios esqueletos humanos más», afirma. Por otra parte, indicaba que actualmente se están realizando labores de recopilación de información sobre lo encontrado hasta la fecha con el fin de elaborar un informa detallado para trasladarlo a la Consejería de Cultura. Al mismo tiempo, se continúa trabajando en la definición del yacimiento «de la manera más precisa posible». En cuanto al futuro de la excavación, Estrada tiene previsto reunirse próximamente con los responsables de la Consejería para determinar cuáles serán los pasos a seguir en la excavación en fechas sucesivas.

Según varios expertos que trabajan en Argandenes, el panteón funerario encontrado en primer lugar albergaría al menos tres tumbas, lo que unido a la hallada el fin de semana en la zona del argayo que propició el descubrimiento del yacimiento sumaría un mínimo de cuatro. De todos modos, todo apunta a la existencia de varias tumbas más que podrían encontrarse ladera arriba, si bien no está previsto que se amplíe el número de excavaciones por el momento, pues la prioridad es, en palabras de Estrada, «saber exactamente qué se ha encontrado hasta ahora».

La mayor duda que generan las investigaciones es la datación del cementerio, ya que, aunque se había hablado en un principio de que se trataba de una construcción de la época romana, otros expertos señalan que podría tratarse de una época posterior. Para salir de dudas sobre el origen de los restos, restauradores de la Consejería de Cultura están estudiando todo lo extraído hasta el momento.

La apertura del edículo será clave en los avances de la investigación, pero según fuentes de la Consejería, se está a la espera de un informe detallado de los expertos que participan en la excavación para que, una vez analizado, se pueda dar luz verde a los trabajos de exhumación de los restos humanos depositados en el edificio y a la búsqueda de nuevos objetos.