Oviedo

El Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo ha condenado al empresario llanisco R. I. G. a un año de prisión, con accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por ese mismo período de tiempo, como autor de un delito de daños a un vehículo propiedad de Domingo Goñi Tirapu, dirigente de la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL).

El juez, además, le impone a R. I. G., que carece de antecedentes penales, dos multas, que suman 2.160 euros, por el mismo delito de daños y por otro de obstrucción a la justicia. El empresario llanisco deberá indemnizar a Goñi con 614,72 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños causados al vehículo del miembro de AVALL. También deberá pagar las costas del juicio, incluidas las de la acusación particular, ejercida por AVALL. La sentencia no es firme y puede ser recurrida en apelación ante el mismo Juzgado o ante la Audiencia Provincial.

En una extensa sentencia, que ocupa 17 folios, el juez Francisco Javier Rodríguez Santocildes considera probado «más allá de toda duda razonable» que R. I. G., el 17 de abril de 2009, se acercó al vehículo de Goñi Tirapu, estacionado en las inmediaciones de la empresa del condenado, y «con una barra que aparentaba ser de hierro rompió a golpes el cristal lateral izquierdo y la luna delantera». La reparación de los daños costó 614,72 euros.

R. I. G., que negó ante el juez ser el autor del ataque, protagonizó el episodio «como represalia y en venganza» por haber presentado Domingo Goñi una denuncia en la fiscalía por el vertido, supuestamente ilegal, de purines en La Pesa de Pría por parte de la empresa del acusado. El juez otorga una «fiabilidad total» a la detallada, clara y precisa narración de los hechos realizada por Domingo Goñi. Además, los actos fueron calificados como delito, y no como falta, porque los daños superaron los 400 euros.

R. I. G., según ha sentenciado el juez, cometió, asimismo, un delito de obstrucción a la justicia.