Panes (Peñamellera Baja), Rebeca AJA

El dragado del río Cares-Deva a la altura del puente que une las localidades de Panes y Siejo, en Peñamellera Baja, que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ejecutó el pasado mes de noviembre y la previsión de actuar nuevamente en varias zonas del cauce salmonero ha alarmado a la Asociación para el Estudio y Mejora de los Salmónidos (AEMS-Ríos con Vida). Este colectivo no gubernamental y de ámbito nacional ya ha puesto en conocimiento del organismo estatal su rechazo a los dragados en un hábitat fluvial incluido en la lista de lugares de interés comunitario Red Natura 2000 (LIC Río Cares-Deva) y alerta del efecto negativo sobre el ecosistema fluvial.

La asociación (fundada en 1979 y que logró Premio Nacional de Medio Ambiente en 1998) hace hincapié en la amenaza que la intervención ya realizada meses atrás y las venideras pueden acarrear a taxones amenazados y protegidos e incluso a alguna especie «prácticamente desconocida en nuestras aguas continentales como la lamprea de arroyo ("Lampetra planeri")», cita el colectivo en una carta remitida hace varias semanas al presidente de la CHC, Jorge Marquínez García, a quien afean «su abierta contradicción» al manifestarse públicamente contrario a la sistemática del dragado y canalización de los ríos, pero, en cambio, ceder a las «presiones sociales o políticas» y autorizar el dragado y encauzamiento del lecho fluvial.

La retirada de 13.000 metros cúbicos de sedimentos del cauce del río Cares-Deva a su paso por Peñamellera Baja, el pasado mes de noviembre, ha podido causar, según AEMS, un impacto negativo especialmente sobre la especie más emblemática del cauce, el salmón; entre otras cosas por haberse ejecutado en una «época crítica» para los salmónidos, en período de migración y reproducción, argumentan los ecologistas. Además, el colectivo afirma que la isleta de grava eliminada entonces era el lugar de nidificación del andarríos chico («Actitis hypoleucos»), especie de interés que la asociación considera muy perjudicada por el dragado.

La asociación asegura desconocer el fundamento y la justificación del dragado ejecutado, e insta a la CHC a informar públicamente antes de efectuar más actuaciones en tramos fluviales de valor ecológico como el LIC Río Cares-Deva.

La CHC sopesa, a petición del Ayuntamiento de Peñamellera Baja, dos nuevas actuaciones en el cauce salmonero, tal y como ya publicó días atrás este periódico. La primera de ellas prevé la construcción de una escollera biológica en la margen derecha del río, aguas abajo en la pedanía de Buelles, con el objetivo de frenar la erosión de la ribera en una zona de pradería.

El segundo de los asuntos en ciernes sería un nuevo dragado en el coto de El Tilo, a unos 500 metros aguas arriba del ejecutado bajo el puente de Panes-Siejo, en el Pozo de La Torre. En ambos casos la AEMS ha mostrado nuevamente su preocupación por el efecto destructivo de los dragados que consideran obras «poco efectivas» para los fines pretendidos (minimizar el riesgo por inundaciones).