Ribadesella / Colunga,

Bárbara MORÁN

Los museos inmortalizan la historia de la Tierra y del ser humano. Ayer estuvieron de fiesta, de folixa. Era el «Día mundial de los museos», y tanto en el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo como en el Museo del Jurásico de Asturias (Muja) se sucedieron las actividades, con unos protagonistas muy especiales: los casi 600 niños que descubrieron ambos museos y, en ellos, los «secretos» de los dinosaurios y de los pintores de las cavernas.

El riosellano Jesús Manuel Fernández Malvárez y otros nueve miembros del grupo de espeleología Torreblanca forman parte de la historia de la Humanidad, tras descubrir la cueva de Tito Bustillo, santuario mundial del arte paleolítico, el 11 de abril de 1968. Aquel día, los jóvenes espeleólogos descendían por segunda vez a la por entonces casi desconocida cueva riosellana del Pozu'l Ramu, desde las inmediaciones de Ardines. El primer intento había tenido lugar un mes antes. Se jugaron el tipo adentrándose en la gruta y descendiendo por un agujero de unos 100 metros, sin saber qué podrían encontrarse. «Valió la pena, vaya si valió», recordaba Malvárez ayer, durante la charla-taller «Un descubrimiento en la memoria», que impartió a un grupo de estudiantes del Colegio Nuestra Señora del Rosario de Ribadesella en el Centro de Tito Bustillo.

«Apenas teníamos material», aseguraba Malvárez, mientras mostraba a los escolares algunas reliquias que aún conserva de aquel tiempo, en el que se pasaba por afición horas y horas bajo las entrañas de alguna cueva riosellana. Su casco, el carburo con el que iluminaban la penumbra de las cuevas y fotografías de aquel histórico día que sin duda los marcó a todos para siempre. «Para que nos creyeran decidimos lograr que alguien nos prestase una cámara con flash y poder fotografiar las pinturas», relataba Malvárez, mientras contaba que tampoco fue fácil localizar al notario, al Alcalde y otras autoridades para documentar aquel increíble hallazgo. Unos cien alumnos tuvieron el privilegio de escuchar cómo fueron aquellos días previos y toda la jornada del descubrimiento. Malvárez confesó que una de las cosas que más le han «marcado» de Tito Bustillo es una roca con varios signos pintados, que él y otros expertos defienden que es un mapa de Ribadesella. Los escolares disfrutaron también de otras actividades, como talleres didácticos, un documental y sobre el museo.

Alejandro Calvo, gerente de Recrea, reveló que, desde su apertura, en marzo, el centro riosellano ha recibido 17.000 visitas. «Se han cumplido las expectativas que teníamos de que este centro sería el baluarte de la Red de Paraísos Rupestres y su éxito es un hecho desde el día que abrió sus puertas», añadió el alcalde riosellano, Ramón Canal.

La fiesta de los museos se trasladó también al Muja. Allí, 350 escolares disfrutaron de talleres en los que se convirtieron en paleontólogos por unas horas, de un documental y de visitas guiadas a los laboratorios científicos. Toda una fiesta llena de risas, juegos de niños y ambiente en los dos principales equipamientos culturales del Oriente.