Llanes, Ramón DÍAZ

La campaña de recogida de firmas contra el abandono que sufre la iglesia del monasterio de San Antolín de Bedón, en el concejo de Llanes, está resultando un rotundo éxito, según sus impulsores. De momento, ya se han recogido más de un millar de apoyos en defensa del templo, muy deteriorado tanto en el exterior como en el interior. La iniciativa, impulsada por un grupo de vecinos y veraneantes de Naves, que encabeza María de la Vega, pretende presionar a la Administración para que actúe «de forma inmediata contra la expoliación que de modo sistemático viene sufriendo» el templo, construido a finales del siglo XII y catalogado como monumento nacional y bien de interés cultural (BIC).

La misiva que han suscrito ya más de mil personas señala que la iglesia de San Antolín de Bedón, por su importancia y su catalogación monumental, debería recibir «la máxima protección por parte de la Administración». Sin embargo, el templo ofrece «un aspecto de absoluto abandono y creciente deterioro». Por todo ello los vecinos y veraneantes de Naves que abanderan esta iniciativa exigen a la Administración una «pronta intervención», con el objetivo de asegurar la «recuperación y mantenimiento, tanto del edificio como de su entorno».

La campaña de recogida de firmas aún continuará durante varias semanas. Las rúbricas serán entregadas en la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, titular de la iglesia. El templo es de titularidad pública, desde la desamortización de 1855, pero está enclavado dentro de una propiedad privada. El edificio está situado en terrenos pertenecientes a Bricia, en Posada de Llanes, pero ha estado adscrito desde su construcción a la vecina parroquia de Naves, de la que llegó a ser iglesia parroquial durante varios siglos.

La Administración central investiga ahora la titularidad de la iglesia, un trámite que ya realizó hace más de un decenio el Ayuntamiento de Llanes, durante la época en que fue alcalde Manuel Miguel Amieva. Entonces la conclusión fue clara: la iglesia quedó afectada por la desamortización de Madoz y ya no fue adquirida, en la segunda mitad del siglo XIX, por el antepasado de los actuales propietarios de la finca en la que está enclavada. En el documento de aquella compraventa figuraba explícitamente que la iglesia de San Antolín de Bedón era «patrimonio del Estado». El Estado transfirió el patrimonio cultural al Principado hace veinte años.