Ya ha pasado un año desde que un grupo de voluntarios, encabezado por el arqueólogo Rogelio Estrada, hallara varias tumbas, presumiblemente romanas, en la localidad piloñesa de Argandenes, de donde se extrajeron restos de varios individuos de la época, que a día de hoy no han podido ser investigados a fondo ante la falta de financiación para las pruebas del carbono 14.

Los 2.500 euros que aportó la Administración regional al inicio de las excavaciones resultan insuficientes para llevar a cabo unas investigaciones que avanzan lentamente, a cargo del propio arqueólogo responsable, Rogelio Estrada, que con la ayuda de varios colegas de la Universidad Complutense de Madrid intenta determinar la datación y número de individuos encontrados en Argandenes. «Esperamos obtener novedades en los próximos meses», señaló el propio Estrada, a la vez que admite que desde el Principado nadie se ha interesado hasta la fecha por los trabajos.

Por su parte, Felipe Fuego, presidente de la asociación local Arganticaeni, que defiende la riqueza arqueológica del pueblo, espera que las investigaciones avancen cuanto antes, si bien es consciente de que la situación económica no es la mejor. «Tenemos ganas de saber lo que había aquí, pero no hay dinero y lo único que nos consuela es que lo que aquí hay, aquí seguirá para orgullo de los vecinos de este pueblo», apuntó Fuego.

Mientras tanto, la concejal de Cultura, Laura Gutiérrez, recordó la importancia cultural que el hallazgo supone para la zona y prometió a que el Ejecutivo local «luchará por todos los medios» para potenciar las investigaciones y aprovechar las mismas para el desarrollo turístico y cultural del concejo, si bien recordó que «desde el Principado aún no han respondido a las propuestas trasladadas al respecto por la Alcaldesa», Carmen Barrera, aunque también mostró su deseo de que «estén más abiertos a colaborar que con el Museo de Sidrón por el bien de la cultura de Piloña».