Llanes, María TORAÑO

La situación de deterioro del monasterio llanisco de San Antolín de Bedón no pasa desapercibida y cada vez son más las voces que se sumen a la denuncia de la situación de abandono, sobre todo desde que un colectivo de vecinos y veraneantes de la localidad de Naves comenzaron a recoger firmas para solicitar su conservación y restauración antes del verano. El Círculo Románico -entidad dedicada a la difusión de ese tipo de arte- envió su adhesión desde el primer momento y en las últimas semanas ha abierto un foro de discusión en su página web para tratar la situación bajo el título «San Antolín de Bedón o la desvergüenza».

Uno de los aficionados que participan en el debate señala que «los responsables de la administración saben que hay fundaciones y asociaciones que están realizando restauraciones con unos costes mínimos», como propuesta para poner en marcha las labores de recuperación de San Antolín, que el pasado mes de marzo apareció lleno de pintadas tanto en sus muros exteriores como internos y hasta en una lápida del suelo. En este sentido, otro de los expertos señala que sobre las fundaciones se ha dado «alguna tragedia en la gestión del patrimonio románico del norte».

Uno de los aspectos que más preocupan son «esos arbolillos que crecen entre las tejas y hendijas de las piedras de San Antolín». Comenta otro miembro del Círculo Románico que el ciclo de la naturaleza hace que los árboles engorden sus raíces «a la vez que agrandan los resquicios por donde penetrará la humedad de las lluvias otoñales; el agua, convertida en hielo tras las heladas del invierno, resquebrajará las piedras y de nuevo, entre las oquedades crecerá la floresta, hasta convertir el monumento en algo irreconocible, como ya ha sucedido en otros templos».

Para los amantes del arte románico los beneficios de restaurar el monasterio están claros, ya que el atractivo histótico, monumental y turístico es innegable. San Antolín está ubicado en la desembocadura del río Bedón, junto a la playa del mismo nombre, la más extensa del concejo llanisco. Se encuentra también situado junto al Camino de Santiago del Norte y cada año son cientos de personas las que transitan por sus alrededores, ya que la senda costera también pasa al lado.

Desde el colectivo destacan que «en nuestra opinión, la iglesia que defendéis es de importancia estratégica, no sólo por la belleza del lugar de su emplazamiento», aseguran los expertos, quienes también añaden que por ese monasterio «desfilaron progresivamente tres comunidades, los fundadores, los cluniacenses y los cistercienses, cada uno de los cuales actuó para eliminar cualquier rastro de los anteriores, como parece ser que seguimos haciendo en el siglo XXI». Otro de los participantes apunta que «la voluntad sola tampoco es suficiente para aguantar muros. Espero que en Bedón haya no solo voluntad».

Sobre la voluntad política para solucionar la situación del templo se han dado diferentes pasos en las últimas semanas. Por un lado, el consejero de Cultura del Principado, Emilio Marcos Vallaure, visitó la zona y otros monumentos del Oriente asturiano a principios de noviembre. Justo una semana después, el Ayuntamiento realizó labores de limpieza dentro y fuera de la iglesia, desbrozando y eliminando la maleza del entorno.

A principios de este mes el Ministerio de Cultura contestó a los Amigos de la iglesia de San Antolín de Bedón, comprometiéndose a investigar la titularidad del templo para determinar qué organismo público está obligado a su mantenimiento y conservación. En cuanto a quién ostenta la propiedad, LA NUEVA ESPAÑA publicó la semana pasada los documentos del Registro de la Propiedad, en los que figura que desde 1870 la iglesia es pública y su titularidad corresponde al Estado.