«Ayer enterré a mi padre con 87 años y estoy seguro de que lo que está sucediendo estos días en Llanes jamás lo había visto en los años que llevaba en la mar». Con estas palabras el armador del barco «El Reviru», Manuel Herrero González, hijo del legendario marinero llanisco Francisco Herrero Melijosa, popularmente conocido como «Tisto» fallecido el pasado martes, mostraba ayer su asombro ante lo que sus ojos veían en la rula de Llanes. Decenas y decenas de cajas repletas de golondros, peces conocidos en la villa como «cornudos», se apilaban en la espaciosa lonja llanisca que por momentos parecía quedarse pequeña. La incredulidad de los marineros y de los numerosos curiosos que se acercaron a la lonja fue creciendo a medida que los marineros pesaban las capturas. Se hablaba en voz alta y sin tapujos de «la marea del siglo». En total se ruló ayer en Llanes la histórica cantidad de 4.000 kilos de pescado, un récord en el puerto local, que dejó 18.000 euros en ganancias para los pescadores locales. La estrella de la jornada fue, como viene siendo habitual durante esta semana, el golondru vendido ayer a una media de seis euros el kilo, aunque también hubo un importante número de capturas de salmonetes, rape y raya, entre otras especies marinas.

Los pescadores llaniscos agotaron ayer los calificativos para referirse a una jornada que pasará a los anales de la pesca llanisca y que sin duda será recordada durante décadas. El joven Daniel Herrero, de 26 años, patrón de «El Reviru» y nieto de «Tisto», capturó en su embarcación de 14, 5 metros de eslora 1.190 kilos de pescado, el 90 por ciento golondros y el resto rayas. El joven pescador llanisco intentaba buscar una explicación para el elevado número de capturas: «Los golondros están entrando al desove, cosa que antes no hacían. Es algo totalmente inusual lo que está sucediendo. No creo que existan registros de algo parecido en la historia de la mar en Llanes», sostenía satisfecho Daniel Herrero.

«El Reviru», con sus cuatro marineros a bordo, partió del puerto de Llanes a las dos de la mañana del pasado jueves y entró a puerto entorno a las cuatro de la tarde, tras más de doce horas de intenso trabajo. «Un día bueno de golondru podemos llegar a pescar alrededor de cien kilos», decía Daniel Herrero. Su padre, el armador Manuel Herrero, sostenía que sus ojos jamás habían visto nada parecido en su extensa hoja de servicios en la mar, iniciada a la temprana edad de 12 años. «El porqué de esta marea no lo sabe nadie, en todo caso lo sabrán los biólogos», decía con sorna. «Nos quitan de pescar toda clase de especies y resulta que cada vez hay más, que nos expliquen por qué», reflexionaba en voz alta Herrero.

Según Ángel Batalla, presidente de la Cofradía de Pescadores «Santa Ana» de Llanes, la racha iniciada en la jornada del miércoles continuaba ayer, cuando en su embarcación «Nueva Sandra-María» de la que es patrón, trajo a puerto más de 1.200 kilos de golondros, doblando las capturas de la jornada anterior, que ya había sido histórica. La pesca en el «Nuevo Sandra-María» durante la jornada de ayer se completó con capturas de decenas de kilos de pixín (rape), lenguado, rayas y una merluza de siete kilos de peso. El experimentado marinero llanisco sostiene que la buena estrella se prolongará durante al menos dos jornadas más.

La totalidad de las capturas de golondru fue adquirida de inmediato por un mayorista de Avilés, que exportará la mercancía a Italia.