Arobes (Parres),

Patricia MARTÍNEZ

Tanto los coches como los trenes circularon ayer con normalidad por la comarca oriental, después de solucionados los cortes que provocó en el trazado ferroviario y en la carretera el descarrilamiento, en la madrugada del jueves, de un convoy de mercancías de Feve en la localidad parraguesa de Arobes. En el caso de la carretera de Santander (N-634), la Delegación de Gobierno informó de que «a las 2:40 horas se abrió totalmente al tráfico, tras quedar la vía expedita y una vez realizados los trabajos de limpieza tras el incidente ocurrido». Fue el mismo organismo el que, pocas horas después del siniestro, estimó -en coincidencia con la empresa- que ambas circulaciones volverían a la normalidad en 24 horas, entre las 12:00 y las 14:00 horas de hoy.

Aunque el corte se levantó de madrugada, durante la jornada continuaron algunos trabajos para rehabilitar el entorno de la vía y restablecer elementos de seguridad como la barrera quitamiedos, destrozada por el tren que descarriló e invadió la calzada. En torno al mediodía, una grúa y un camión trabajaban en estas tareas, de una trascendencia menor y sin necesidad de la intervención de la Junta Provincial de Tráfico para decretar el corte de la carretera ni de la Guardia Civil para ordenar el paso rodado. Se trató, según Delegación de Gobierno, de una «incidencia muy puntual» para llevar a cabo estas labores de mantenimiento.

La normalidad volvía sobre esa misma hora también a la vía férrea. Fuentes de Feve aseguraron que «se recuperó el tráfico ferroviario a las 12:15 horas, cuando quedó la vía libre para cualquier tren». Después del trasiego vivido el jueves en la localidad de Arobes, a cuatro kilómetros de la capital parraguesa, la de ayer era una estampa de normalidad, sólo alterada por estos últimos trabajos que llevaron a cabo operarios de Carreteras del Estado. En cualquier caso, quedan muy lejos de la media docena de camiones, las dos grúas y otros vehículos que se concentraron allí pocas horas después del siniestro para retirar los materiales de la vía y la calzada.

El accidente -el tercero en nueve días de la misma empresa en Asturias- se produjo en torno a las siete de la mañana, cuando un tren de mercancías que transportaba dieciocho vagones cargados con bobinas de acero de Arcelor-Mittal a Santander descarriló en una pronunciada curva. Siete de los vagones se salieron del raíl, llegaron a invadir la carretera y desplazaron hierros y traviesas de hormigón, dejando la vía férrea inservible para los servicios de toda la jornada. Los usuarios del transporte ferroviario fueron realojados en autobuses y transportados por carretera a sus lugares de destino.

Afortunadamente, el accidente del jueves se resolvió con llamativos daños materiales pero sin ninguna persona afectada. En el convoy viajaba sólo el maquinista, que salió ileso del descarrilamiento, y los conductores de vehículos que transitaban la N-634 no vieron peligrar su integridad física. Sí se resintió la fluidez de la circulación, ya que el tráfico fue alternativo para ambos sentidos por el único carril que quedó operativo. Mientras duró esta situación, la Jefatura Provincial de Tráfico recomendó a los vehículos ligeros transitar por la carretera local entre Arobes y Ozanes y a los pesados optar por la Autovía del Cantábrico en Llovio y por la A-64 en Lieres.