Cangas de Onís, Alba SÁNCHEZ R.

La asociación para discapacitados «Emburria», con sede en Cangas de Onís y que atiende a unos sesenta usuarios de toda la comarca oriental, ha creado un nuevo espacio lúdico para niños con retraso madurativo. La idea partió como un reclamo social, para que no sólo los usuarios habituales del centro tuvieran la oportunidad de disfrutar de las instalaciones.

Ahora, los niños que no pertenezcan a la asociación tendrán un lugar de encuentro los sábados por la tarde y mediante juegos simbólicos, como cuentacuentos, o actividades de psicomotricidad podrán aprender y mejorar las relaciones con sus iguales, así como habilidades sociales.

De esta manera, la asociación cumple con la buena acogida que están teniendo en la comunidad sus actividades, ya que ha sido alto el interés despertado en las concentraciones benéficas llevadas a cabo durante la campaña de Navidad. Una campaña en la que sólo en dos actos, en el festival de música y el partido de fútbol benéfico, se recaudaron alrededor de 1.300 euros. La cantidad es suficiente para poder comprar el material necesario para completar las aulas, como un túnel de juegos, mesas y sillas infantiles y todo los artículos necesarios para llevar a cabo estas actividades.

La asociación -que cumple su décimo aniversario desde su fundación- nació a través de los servicios sociales municipales de Cangas de Onís, Amieva, Onís y Ponga. El colectivo fue impulsado por un grupo de familiares de personas con discapacidad que se unieron para promover y defender los intereses de estas personas, para mejorar su calidad de vida y la de sus familias.

Ahora, la asociación «Emburria» cuenta con 60 usuarios que se benefician del centro y sus actividades. Tuvo en el último año un aumento de un 10 por ciento de socios colaboradores, que suman ya 320, que con tan sólo diez euros al año contribuyen a la buena marcha de la asociación. La asociación cuenta con un piso en el que los usuarios disfrutan los fines de semana para dar un «respiro» a sus familias.