Cangas de Onís, Alba SÁNCHEZ R.

Los productores del queso gamonéu cerraron el año 2011 con un descenso de un 10 por ciento en el volumen de producción, pero con un aumento de los kilos de queso vendido de un 9,3 por ciento. El dato de la venta provoca el optimismo en el sector pese a la crisis y reafirma a los productores en su apuesta por las piezas de mayor tamaño que lleven, al menos, mezcla de dos leches.

Aunque cada año se suman más queserías a la producción de la marca de calidad, alcanzando ya las 20 entre los municipios de Onís y Cangas de Onís, la producción cayó desde los 91.314 kilos de 2010 a los 90.110 del año pasado. Se trata de la primera caída desde la puesta en marcha del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP), en el año 2007.

Esto es debido, según el propio consejo, a que cada vez son más las queserías con denominación de origen del valle que deciden paralizar unos meses la producción, durante el verano, cuando sólo disponen de leche de vaca porque el resto de ganado está preñado. Una vez paridas las ovejas, reanudan la actividad, para aumentar la calidad del producto al menos con dos tipos de leche.

Sin embargo, las ventas se incrementaron desde los 82.790 kilos de 2010 a los 90.506 de la última campaña. Aunque disminuyó el número de unidades de queso que se adquirieron en el mercado, subió apreciablemente el de las cuñas vendidas, de 3.904 a 5.452. Estos datos responden a la línea marcada por el consejo regulador, que pide a los elaboradores que apuesten por los quesos de gran tamaño, denominados XL, de unos siete quilos de peso cada uno.

Otro dato algo más preocupante, sacado de los últimos recuentos del consejo, es que la producción de la denominación protegida del «puertu» descendió alrededor de 460 kilogramos. Un dato que no deja de ser inquietante porque significa que el relevo generacional de los pastores del puerto no acaba de llegar pese a la apuesta de las administraciones públicas y del propio consejo por que se produzca.

El presidente del Consejo Regulador, Gerardo Niembro, resalta que se está consiguiendo el objetivo de lograr la «homogeneidad del producto» desde que el pasado mes de agosto abriera la Cueva Oscura en Avín, concejo de Onís, en la que maduran sus piezas los queseros que carecen de gruta propia. La cueva, que nunca había sido utilizada antes para la maduración de quesos, reúne las condiciones óptimas de humedad y temperatura para la producción de gamonéu, según los estudios que realizó el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) en el año 2006. La gruta puede albergar más de 2.000 piezas de queso.