Los sentimientos y las emociones de Emilio Serrano complementaron los profundos análisis de la razón y las sabias y precisas reflexiones de Francisco Rodríguez durante la presentación conjunta de sus respectivos libros, que tuvo lugar el pasado fin de semana en una abarrotada Casa de Cultura de Ribadesella. Estos escritores empresarios o empresarios escritores tuvieron como madrina a la periodista Menchu Álvarez del Valle, integrante de la tertulia «El Garabatu» de Ribadesella, entidad organizadora del acto.

«Desde mi desván, soltando amarras», del destilador riosellano, y «Parada, pero no fonda», del gran emprendedor lácteo de Leitariegos, presidente de Reny Picot, reúnen en sus páginas una sabiduría poco común que profundiza en el culto al amor, al alma, a la amistad, a la tierra, a la religiosidad, a la razón, y a un sinfín de valores que recorren el interior del ser humano.

El primero en poesía y el segundo en prosa, uno fiel a San Juan de la Cruz y otro a Ortega y Gasset, uno del Oriente y otro del Occidente, uno de la mar y el otro de la montaña, uno hijo predilecto de Ribadesella y el otro hijo predilecto de Cangas de Narcea y adoptivo de Navia, uno soltero y otro casado, uno escribe desde la sacristía de su bodega decorada con telas de araña y el otro desde el desván de Leitariegos decorado con un remo, pero ambos comparten que es primero vivir antes que competir y que el empresario debe generar riqueza comprometiéndose con su propia tierra.

Estas almas gemelas comparten amistad y tertulia como integrantes de «Los Quijotes» y son un fiel ejemplo del empresario humanista que, con su humildad, huye del éxito y busca continuamente cómo mejorar como persona y como empresario. Son hombres de palabra que convierten sus dichos en hechos, comprometidos con la tierra que les vio nacer, con su entorno y con quienes lo habitan.

Dice un dicho que quien cree, crea. Y ambos son grandes creadores y profundos creyentes que ponen toda la fe e ilusión en todo lo que inician. Emilio y Paco, tanto monta, monta tanto. Además de exportar sus productos fuera de Asturias, su filosofía y manera de actuar transciende lo local para convertirse en una referencia humanista que genera riqueza, tanto material como espiritual, a su alrededor.

Emilio y Paco estuvieron arropados por sus respectivos prologuistas: los periodistas Carmen González Casal y José Ignacio Gracia Noriega, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA. Asimismo, congregaron a una densa representación de la sociedad asturiana. Del mundo empresarial asistieron José Cosmen Adelaida, presidente del Grupo Alsa; Ramón Colao, ex presidente de Duro Felguera, y Severino García Vigón, presidente de FADE. Del mundo universitario estuvieron presentes los catedráticos Joaquín Lorences y Paulino Tuñón. La alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández, y el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, fueron los únicos políticos presentes. Quienes no faltaron fueron todos los integrantes de las tertulias culturales «Las Jimenas», «El Garabatu», «La Tagga», «L'Alderique», «Amigos de Ribadesella» y «Los Quijotes».

El acto finalizó con un emocionado concierto al amor, organizado por la Fundación Valdés Salas, en el que intervinieron la soprano Paula Lueje, acompañada al piano por Paula Raposo y al violonchelo por Antonio Peña.