Cangas de Onís,

J. M. CARBAJAL

La iglesia parroquial Santa María de Cangas de Onís albergó en la tarde de ayer, viernes, la bendición del Cristo Yacente, a cargo del párroco Luis Álvarez Suárez. Una imagen realizada en talla de madera de cedro a gubia, de 1,50 metros de altura, con vistosa policromía, que será el paso principal en la procesión de La Soledad, la cual se celebrará por las principales calles de la ciudad canguesa en la tarde-noche del próximo Viernes Santo, 6 de abril.

La espectacular talla, cuyo coste ha sido de 5.520 euros, fue sufragada mediante aportaciones económicas de varios vecinos y feligreses. Y es que la ciudad de Cangas de Onís trata de recuperar el prestigio que antaño tenía la Semana Santa en esta localidad del oriente asturiano, tradición que tuvo su mayor auge a finales del siglo XIX, hasta que se acabaron perdiendo -sobre todo en el transcurso de la Guerra Civil- algunos de los pasos existentes en aquel momento.

La procesión del Santo Entierro -conocida como La Soledad en Cangas de Onís-, constará éste inminente Viernes Santo, 6 de abril, a las nueve y media de la noche, con tres pasos: el Cristo Yacente, el Cristo Crucificado con la Virgen de los Dolores y, por último, La Verónica. Como el año pasado, se espera que participe en la misma la Banda de Gaitas «Ciudad de Cangas de Onís».